►El
Fondo Monetario Internacional prevé que la transición en la producción de
energía eléctrica hará que el sector de la manufactura crezca hasta un 3,6% y
que el PIB aumente un 0,6%
CIUDAD DE MÉXICO ► Las esperanzas de que la economía mexicana
repunte están puestas en su reforma energética. El Fondo Monetario
Internacional (FMI) estima que la nueva legislación sobre energía permitirá una
reducción del 13% de los precios de la electricidad. A partir de allí, se
generaría un efecto en cadena que permitiría a la industria de la manufactura
crecer hasta un 3,6%, para después impactar en hasta un 0,6% en el PIB
nacional.
La reforma
energética, aprobada en 2013, además de abrir el negocio de la energía a la
inversión privada, también ha planteado nuevos diseños para su producción,
algunos con energías más limpias. En el caso de la electricidad, México busca
cambiar su principal insumo, el combustóleo, por gas natural. La transición
puede llevar algunos años, pero en un mediano plazo ésta será una de las claves
del éxito de la reforma, aseguran desde el organismo en un estudio
preliminarsobre la energía en México.
El FMI ha
recomendado a México la ampliación de su sistema de gasoductos para aprovechar
las ventajas que la nueva legislación ha dado al mercado. Los primeros pasos ya
se han dado. En diciembre pasado, Petróleos Mexicanos (Pemex) abrió la
primera sección de su gasoducto Los Ramones, el proyecto más ambicioso de su
tipo desde la década de los 70. El ducto importa gas natural de Estados Unidos
a una de las regiones industriales más importantes en el norte del país. La
petrolera estatal tiene planeada la construcción de una segunda fase que lleve
el hidrocarburo hasta los corredores industriales del centro y el occidente del
territorio mexicano.
México tiene
11.300 kilómetros de gasoductos, pero no cubren ni la mitad del país. La urgente
ampliación del Sistema Nacional de Gasoductos no sólo es demandada por las
nuevas reglas de la reforma energética, si no también porque su capacidad llegó
al límite en 2012. Según el FMI, México podría aprovechar el bajo costo del gas
natural en Estados Unidos para incrementar considerablemente su importación.
La
electricidad en México, hasta ahora, está administrada por laComisión Federal
de Electricidad (CFE), la empresa del Estado. La competencia aún no ha llegado,
sin embargo, el Gobierno mexicano decretó en enero la reducción de las tarifas
eléctricas para uso doméstico e industrial de un 1,9% hasta un 2,4%. La baja se
ha reflejado poco a poco en las facturas de los mexicanos. El FMI ha señalado
que a pesar de los cambios México todavía depende en gran medida de los
derivados del petróleo para producir electricidad.
La industria
de la manufactura es una de las más pujantes en el país. Según el Consejo
Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación, el
crecimiento actual del sector es de 5,31%. La industria está liderada por las
empresas que confeccionan prendas de vestir, las que ensamblan aparatos
eléctricos y las que fabrican maquinaria. Los nuevos gasoductos de Pemex,
por ejemplo, llevarán un 55% del gas natural a las industrias automotriz, de
plásticos y fertilizantes. El resto del hidrocarburo servirá a la estatal CFE
para producir energía eléctrica que también llegará a la industria.
Fabián
Valencia, economista del organismo, advierte que la confianza en el Gobierno
mexicano sobre la ejecución de la reforma energética será crucial para su
éxito. “Para obtener todos los beneficios potenciales, es esencial que la
reforma se ejecute a cabalidad, entre otras cosas, asegurando el funcionamiento
eficaz de los nuevos organismos de regulación”, apunta.
Por Sonia Corona | El País
Abril/06/2015
www.libertadguerrero.net
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