ENTRESEMANA
• ¿A poco no? (*)
[
Por Moisés Sánchez Limón ]
Que nadie se llame sorprendido ni se espante
ni santigüe frente a los horrores verbales que ofenden a las buenas conciencias
en las campañas electorales. ¡Señoras y señores!, la temporada de caza está
abierta.
Las mentadas de madre y coloquiales
referencias o los insultos matizados en voz de atractivas señoras maduras
--madres solteras que se rompen la madre-- y venerables ancianos o inocentes
niñoso jóvenes politizados que no se roban nuestro dinero y hacen videos con
celular, son las mismas que en las plazas públicas han abundado cuando la
carrera por el poder apisona conciencias y roba el sueño con el desprestigio y
echa a volar --¡a huevo!-- la imaginación mediante viajes de opio que traen
renuncias de la mano, de estos próceres que han caído al infierno del
desprestigio y del cual saldrán, aves fénix de sui generis plumaje, reciclados
en el siguientes proceso electoral.
Ahí tiene usted al helicóptero nuestro de
cada día. Y el tema sirvió, incluso, para que un dizque analista político “bien
informado” –de estos cuyas líneas tienen sonido de caja registradora—pecara de
ingenuo, ¿pecara?, y adelantó que el director de la Conagua no renunciaría
cuando ya estaba en las rotativas la esquela que anunciaba la circunstancial y
eventual defunción política del joven David Korenfeld.
O igual esas líneas de un anónimo opinador
que firma con seudónimo la columna en la que pondera al dirigente nacional del
PRD, Carlos Navarrete, porque, aduce, “reconforta” que el guanajuatense diga
que lo de usar helicópteros para asistir a Zitácuaro, Michoacán, al arranque de
la campaña de Silvano Aureoles Conejo a la gubernatura de aquella entidad, “fue
un error que no repetirán” los perredistas –incluidos los gobernadores de
Guerrero y Morelos--.
O que los panistas hagan mutis y asuman que
la virgen les habla, echándole amnesia a aquel exceso –uno de los
incontables—del virrey poblano Rafael Moreno Valle Rosas que utilizó un
helicóptero para pasear a la señorita Ximena Navarrete, triunfadora en el
Certamen Nuestra Belleza 2009 y, ¡ajúa!, Miss Universo 2010, pero el aparato no
era propiedad de Rafa ni pagó tarifa alguna, porque era una ambulancia aérea.
Por supuesto, a Rafa le importa un pito el
asunto. Al fin y al cabo tiene maiceados a los dizque líderes de opinión dentro
y allende el territorio que le tocó administrar como hacienda familiar al grado
de que hasta su abuelo, el general y doctor Rafael Moreno Valle, fue
galardonado por el presidente Enrique Peña Nieto, en uso de la amnesia política
que echó tierra a la negra historia de este personaje que sólo alcanzó a
gobernar tres años a Puebla, del 1 de febrero de 1969 al 21 de marzo de 1972
porque fue defenestrado, aunque se maquilló el asunto como una solicitud de
licencia, luego de desmadrar a la entidad e involucrarla en una severa crisis.
Bueno, bueno, matizarán los defensores de
este linaje morenovallista con la excusa de que fue un extraordinario médico al
servicio de la patria, el señor general y doctor que fungió, incluso, como
secretario de Salubridad y Asistencia en el gobierno del entonces presidente
Gustavo Díaz Ordaz, también poblano originario de San Andrés Chalchicomula cuyo
nombre está incorporado en la negra historia de la represión en México. De qué
se presume, pues.
Pero, en fin, a Rafa Moreno Valle Rosas le
han documentado excesos en el uso de vehículos aéreos para atender asuntos no
oficiales, como aquellos de irse de week end a Nueva York o Los Ángeles,
California. Con quienes se haya hecho acompañar es un asunto muy de su ámbito
privado, mas no el uso de recursos públicos para pagar esos viajes que no
tienen nada de oficiales. ¿Quién le pide rinda cuentas? Nadie, porque el
Congreso poblano está en la nómina de Rafa gobernador.
¡Ah!, pero el joven Korenfeld fue llevado a
la hoguera, linchado por la dizque opinión pública que está harta de los
excesos de funcionarios públicos. ¿Quién denunció al director de la Conagua? Ciudadanos
del mismo nivel económico, de la misma clase social que denunció los excesos
etílicos de quien fuera su jefa de prensa y que echó bronca en un bar de Los
Cabos, por el cobro de una cuenta de menos de dos mil pesos, justo cuando los
sudbajacalifornianos estaban en crisis por el azote de los huracanes el año
pasado.
No, no han sido ciudadanos clasemedieros ni
mexicanos en pobreza extrema los que han denunciado excesos de funcionarios y
políticos como Korenfeld, Carlos Navarrete, Graco Ramírez, Rafael Moreno Valle,
el ex gobernador de Durango Ismael Hernández Deras –con aquel millonario
festejo de cumpleaños--, o los relojes de César Camacho –si se los compró con
su lana muy su gusto—y los trajes Armani de Andrés Manuel López Obrador o las
chanclas deportivas de más de diez mil pechereques de su chamaco que anda en la
grilla y ha sido funcionario público por obra y gracia de su progenitor.
No, los denunciantes han sido ciudadanos de
clase media alta y alta o muy alta. Estos a los que ofende el ascenso de los
políticos al circuito de los ricos ricos, multimillonarios como el dirigente
petrolero y senador Carlos Romero Deschamps, a quien han balconeado sus
vecinos, sí, esos que se van a esquiar a Vail, Colorado, o que tiene surtos los
yates de lujo en las marinas de San Diego y pasan las vacaciones en sus pisos
de Nueva York, Hollywood o Madrid o París.
Porque, al final de cuentas, filtrar fotos,
documentos, registros, títulos de propiedad, números de cuenta en bancos de
paraísos fiscales, es el deporte que –Ángel Fernández dixit—gusta y apasiona al
ciudadano que es blanco del mensaje subliminal, la oferta política en temporada
de caza.
¿Quién filtró los pormenores de la Casa
Blanca? ¿Quién paga la cacería a la que está sujeta la familia presidencial?
¿Los mexicanos clasemedieros que de pronto se van de shopping a Los Ángeles?
Nada, nada. Es la clase política de pedigrí
de la mano de esa clase pudiente, manejadora de los dineros, la rica-rica dueña
del poder económico que ha echado a andar la mecánica del desprestigio en esta
temporada en la que el PAN anda en pos de recuperar Querétaro y mantener Sonora
y hacerse de Nuevo León, mientras el PRD se hunde en sus cuitas con los
prohombres de Morena que han abandonado el rubor, como Ricardo Monreal que se
entrevista con Cuauhtémoc Gutiérrez, prístino controlador de los subterráneos
políticos del Distrito Federal que en su momento ofreció a Marcelo Ebrard y
volcó contra María de los Ángeles Moreno, mientras el PRI vela armas y asume el
pusilánime método de la ley del Talión.
Por eso, señoras y señores, que nadie se
llame sorprendido. En política, verdad de Perogrullo, nada es verdad y nada es
mentira, todo es según el color del cristal con el que se mira. ¿A poco no?
Conste.
VIERNES. Por cierto, a río revuelto, ¿quién
es responsable del problema financiero que enfrentan los productores de leche
en México? Se lo platico el lunes de entresemana. (*) ¿Será marca
registrada por el PAN? ¡Chale! Espero no me demande Gustavo. Digo.
sanchezlimon@gmail.com
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@msanchezlimon
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