CONTEXTO POLÍTICO
• Héctor
Astudillo: ganar o perder
[ Por Efraín Flores Iglesias ]
Su carrera política la inició desde que era
muy joven en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), colaborando con destacados
personajes del poder, en especial con el extinto ex gobernador José Francisco Ruiz Massieu, de quien
fue secretario particular.
Al igual que su padre (Héctor Astudillo Bello) aprendió el arte de la oratoria y estudió
la licenciatura en Derecho.
Nació el 3 de julio de 1958 en Chilpancingo,
la capital del estado de Guerrero.
Héctor
Astudillo Flores,
es un priista que en poco tiempo llegó ser presidente municipal y legislador
local. Ha sabido relacionarse y convivir
con los jerarcas del priismo local y nacional. A tal grado de no pertenecer
a un grupo político tradicional.
Además de alcalde de Chilpancingo (trienios
1996-1999 y 2009-2012) y diputado local (LIV y LX legislatura), ha sido senador
de la República (2000-2006), presidente del Comité Directivo Estatal del PRI,
candidato a gobernador en 2005 y coordinador estatal de la campaña presidencial
de Enrique Peña Nieto.
El pasado 27 de enero solicitó licencia como
legislador ante el Congreso local, para participar en la contienda interna de
su partido para elegir al candidato a gobernador. El 4 de febrero fue designado
por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI como el abanderado.
Héctor
Astudillo ha reconocido que la elección no será nada sencillo, pero también ha
manifestado algo muy claro, que el PRI está más unido que nunca.
Hace 10 años perdió la elección ante Zeferino Torreblanca Galindo, el
candidato que postularon el Partido de la Revolución Democrática (PRD),
Convergencia (actualmente Movimiento Ciudadano) y el desaparecido Partido de la
Revolución del Sur (PRS).
En ese
entonces las condiciones políticas no le eran favorables, ya que el PRI se
había desgastado en el ejercicio del poder, luego de más de 70 años de
administrarlo; y no se diga de las traiciones “silenciosas” cometidas por
algunos liderazgos priistas.
Además, el
equipo de campaña que en ese entonces conformó no le respondió como debe ser,
pues la mayoría de los que lo conformaban sintieron que ya estaban en el poder
y adoptaron una actitud de soberbia hacia los ciudadanos.
Zeferino Torreblanca aprovechó en el 2005 que
el PRI no tuviera Tlatoani, pues en
el año 2000 el PAN llegó a Los Pinos.
Y siempre se comentó que Vicente Fox
Quezada operó desde la Presidencia de la República para que el PRD y
Zeferino echaran de Casa Guerrero al tricolor.
Héctor
Astudillo apechugó la derrota y siguió adelante. Incluso, en su
segundo periodo como alcalde de Chilpancingo, mantuvo una excelente relación
institucional con Zeferino Torreblanca.
Si quiere ganar la elección requiere, antes
que nada, conformar un buen equipo de campaña. Si pone a los mismos de hace 10
años, simple y sencillamente, caerá al abismo, a la derrota.
Astudillo
debe aprovechar los errores cometidos por las dos administraciones perredistas
y la división de los partidos de izquierda. Pero lo más importante tiene que
plantear buenas propuestas a los electores.
El primer paso ya lo dio, que fue convencer a
sus compañeros de partido que buscaron la candidatura a gobernador. En los
eventos que ha realizado han estado presentes el dirigente estatal de su
partido, Cuauhtémoc Salgado Romero;
el alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno
Arcos; el coordinador de la fracción parlamentaria en el Congreso local, Héctor Apreza Patrón, y el
vicecoordinador de la fracción del PRI en la Cámara de Diputados y ex alcalde
de Acapulco, Manuel Añorve Baños.
Construir
la unidad no es una tarea fácil, pero el PRI parece decidido recuperar el
gobierno estatal. El presidente Enrique
Peña Nieto, es un factor clave para la unidad del priismo guerrerense. Los
liderazgos de ese partido saben que si le dan la espalda al candidato a
gobernador, tendrán que asumir el costo político en cualquier momento. Y
enfrentar el poder de Los Pinos, está
muy, pero muy complicado. Nadie la libra. ¡Zas!
Los competidores de Astudillo son Beatriz Mojica Morga, del PRD; Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, de
Movimiento Regeneración Nacional (Morena); Jorge
Camacho Peñaloza, del PAN; Luis
Walton Aburto, de Movimiento Ciudadano, y Alberto López Rosas, del Partido Humanista.
En la elección de 2005, solamente tuvo como
competidores al abanderado del PRD y a la panista Porfiria Sandoval Arroyo. Mientras más candidatos participen en el
proceso electoral de gobernador, mejor para el PRI.
Luego
entonces, Héctor Astudillo tiene que desechar todo aquello que no le funcionó
en 2005. Al tiempo.
ENTRE
OTRAS COSAS…Los
que antes defendían a capa y espada a Ángel
Aguirre Rivero, hoy lo niegan. No son agradecidos con el que decían era su
amigo, su gran gobernante. ¡Qué lástima!
A
Jesucristo le ocurrió eso hace más de 2 mil años, quien fue negado por el
apóstol San Pedro, antes de que el gallo cantara tres veces. ¡Zas!
Y como Ángel Aguirre Rivero atraviesa en este
momento la peor crisis política y familiar de su vida, lo ven como un apestado,
como alguien que nunca existió.
Ni sus
plumíferos lo defienden a ultranza como antes.
Pero en fin, esa es la triste realidad del
ángel caído de Casa Guerrero.
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efrain_flores_iglesias@hotmail.com; Facebook: Efraín Flores Iglesias; Twitter:
@efiglesias
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