EL VOYERISTA
¿El negocio de los rechazados?
Por Alfredo Guzmán
Piensa mal y acertarás. Siempre que sale un alma samaritana, que busca desinteresadamente encontrar solución y respuesta a los reclamos, válidos o no, de quienes por alguna circunstancia, pierden la oportunidad, de ser, de obtener, de encontrar, de ingresar, de alcanzar algún objetivo, hay gato encerrado.
Finalmente, todo se vende o se compra, en este sistema de consumo, que a todos nos agobia. Lo mismo se vende artículos, como aspiraciones y necesidades.
Margarita Martínez García (Mago) es una de esas mujeres que tienen buenos sentimientos y suponemos busca el bien común, pero para alcanzar sus objetivos, no tiene pena por utilizar a jóvenes con requerimientos y necesidades, a los que pone en peligro, y expone en la vía pública y les vende ilusiones, complejas de cumplir.
“Patria o muerte, venceremos”, es una consigna elegante y bonita, pero cuando se esconde en engaños, y en donde la manipulación, ya no ideológica, porque no existe, sino en la manipulación del hambre y en la conversión de una demanda social natural, como es el estudio, se tiran al suelo, y convierten su reclamo en un martirologio descarnado, como es una huelga de hambre, las cosas se empiezan a comprender.
No hay moral, ni elemento que busque alcanzar un objetivo, cuando la presión suple a la inteligencia. Que los jóvenes tienen derecho de estudiar. Cierto.
Que se les deben abrir los espacios educativos, cierto. Pero para alcanzar, hay que estudiar. Capacitarse, actualizarse, abrevar, entender, y no dejarse manipular.
Antes en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) los espacios educativos, eran un negocio. Principalmente en escuelas, donde la demanda social, es mayor. Medicina, Derecho, Turismo, Ciencias Sociales, Arquitectura, Ciencias Químicas, entre otras. Romper ese coto de poder, fue complicado. Aunque hay quien asegura, que aunque ya no se pueden vender los espacios de ingreso, ahora se venden los exámenes de aprobación y los exámenes de titulación. Eso es una tarea para que las autoridades universitarias pesquen a los corruptos, que aún se involucran en vender ilusiones a estudiantes, desde el interior de la UAGro.
Desde que la UAGro, tiene procesos de certificación administrativa, desde donde organismos externos vigilan los procesos, quienes tienen un seguimiento, desde el inicio hasta su final, es poco probable que quien no cumple los procesos de ingreso, que inicia con la ficha y termina con la relación de ingreso, no hay otra forma de ingresar a las escuelas de la UAGro. Todos los procesos administrativos, tienen un procedimiento certificado por el ISO-2009, entre otros más.
Pero cuando el acceso a la UAGro, se convierte en un chantaje, quienes lo promueven sacan el cobre.
Quieren ingresar, pero donde ellos quieren. No donde hay. Reprueban los exámenes de ingreso y se ponen a llorar. Tienen bajos promedios y no pueden competir. Las bajas calificaciones y poca información y conocimiento, los coloca fuera de la competencia educativa.
Se les presentan opciones y las rechazan, porque quieren ingresar a escuelas que ya se saturaron.
La promesa que les hace Margarita Martínez García, suponemos que a cambio de algo, es que ellos no deben aceptar, hasta que sea la escuela que ya no tiene acceso. Medicina o Ciencias Sociales.
Hay otras opciones para quienes no ponen empeño en alcanzar buenos promedios. Para quienes flojean y engañan a sus padres. Para quienes ven en la formación educativa un juego y no entienden que la capacitación, actualización, formación y entendimiento, es para la competencia educativa. O para quienes creen que tirándose al suelo, pueden obtener lo que no obtienen estudiando. Gracias.
Comentarios: voyer54@yahoo.com.mx
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