BAJO FUEGO | Entrega pactada - Libertad Guerrero Noticias

BAJO FUEGO | Entrega pactada

BAJO FUEGO
Entrega pactada
Por José Antonio Rivera Rosales

   La captura reciente de Joaquín El Chapo Guzmán generó expectativas falsas y mitos igualmente falsos.

   Como todo mundo sabe, el famoso narcotraficante sinaloense fue aprehendido el sábado 22 de febrero en la ciudad de Mazatlán, por un grupo de Fuerzas Especiales de  Infantería de Marina de la Armada de México.

   Las autoridades federales divulgaron, con el presidente Enrique Peña Nieto a la cabeza, que se trató de la culminación de un dispositivo especial de inteligencia activado  meses antes para seguir los pasos del esquivo capo, operativo que finalmente dio frutos con la captura del traficante la fecha citada. Ah, y sin disparar un solo tiro.

   Es una historia idílica de éxito de la inteligencia naval, en la que merced a un seguimiento electrónico fue posible concretar dicho operativo de búsqueda y captura sin protagonizar un enfrentamiento sangriento con la seguridad del jefe del Cártel de Sinaloa.

Sólo que no es verdad

   Un anticipo de la verdad que asoma tras la captura de Chapo Guzmán la ofreció Héctor Berréllez,  el experimentado exagente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), conocido por su investigación del secuestro y asesinato de Enrique Camarena Salazar, agente ultimado por sicarios del Cártel de Guadalajara en 1985.

   En entrevista con la agencia española EFE, Berréllez consideró que Joaquín Guzmán ya no contaba con “protección del gobierno mexicano” y sabía que iba a ser capturado.

   “Él sabía que lo iban a arrestar porque siempre traía como 200 hombres protegiéndolo, incluyendo militares. Y como se decidió que El Chapo Guzmán, por sus tendencias tan violentas, ya no iba a ser protegido (…), pues le dijeron “O entras a la cárcel o vas a morir, porque te vamos a quitar toda la escolta”, dijo textualmente el exagente de la DEA citado por EFE.

   Continuó: “Cómo agarran al narco más grande del mundo, con más millones que Pablo Escobar, como una rata. Esto es un arreglo (…). Si no, hubiera sido una balacera tremenda”.

   Berréllez, siempre según la agencia EFE, consideró que el presunto pacto debe incluir no ser extraditado a los Estados Unidos, país que ha dejado en claro que reclamará la extradición del capo que en 2013 fue nombrado “Enemigo Público Número Uno” por la ciudad de Chicago, la segunda persona en ostentar ese título después de Al Capone en la década de 1930.

   De hecho, según la información, Berréllez vinculó la detención de El Chapo con la salida de prisión de Rafael Caro Quintero, en agosto pasado, quien ahora será considerado como capo de capos.

      Quizá resulte excesiva la vinculación que hace el exagente entre Caro Quintero y Joaquín Guzmán, dado el largo tiempo pasado en prisión por el primero, lo que melló su estado de ánimo y salud.

   En lo que Berréllez parece acertar es en lo de la entrega pactada. Por diferentes conductos se conoció que el equipo de seguridad de El Chapo estaba integrado por decenas de hombres entrenados que operaban con una cronometría rigurosa, distribuidos en por lo menos dos, quizás tres líneas de seguridad.

   Trascendidos confiables indican que el capo contaba con una primera línea de seguridad situada a dos kilómetros de distancia, que reportaba cualquier indicio que pudiera significar peligro para el traficante. Una segunda línea de seguridad, que incluía francotiradores, establecía según versiones un perímetro a un kilómetro a la redonda del capo.

   La primera línea de seguridad estaba integrada por decenas de hombres con alto nivel de entrenamiento y dotados de armamento potencialmente letal, suficientes para detener una avanzada militar.

   Si la seguridad del capo revestía esas características ¿cómo podría ser posible que se le capturara, tal como dice Berréllez, como una rata de alcantarilla?

   Por versiones creíbles que provienen tanto del submundo de la delincuencia como de mandos policiales, es posible saber que efectivamente Joaquín Guzmán pactó con el gobierno mexicano la entrega sin violencia, lo que evitaría un despliegue de fuego cruzado entre las Fuerzas Federales y la seguridad personal del capo, que contaba con un número indeterminado de personal con entrenamiento de kaibiles en la vecina Guatemala, que no es poca cosa.

   El actor principal en esta operación fue la agencia antidrogas norteamericana, la DEA, que ha mantenido un seguimiento puntual de inteligencia de Joaquín Guzmán desde hace años y ha confiado esa información al Estado Mayor de la Armada de México, la única instancia del gobierno mexicano con la que parece tener elementos confiables de cooperación.

   Pero aquí es donde surge el dato que pudiera generar condiciones para una novela de ficción: fue Emma Coronel, su bella esposa, quien convenció a Joaquín Guzmán de entregarse para evitar ser asesinado por las Fuerzas Federales que ya le seguían los pasos de cerca. La premisa pareció ser: prefiero visitarte en la cárcel, que muerto y en una tumba.

   Así las cosas, Joaquín Guzmán retiró a su escolta y se sentó a esperar a  que las fuerzas de élite lo encontraran en una habitación de hotel, en compañía de su adorada Emma. Alguien del círculo cercano de El Chapo pactó la entrega a cambio de que respetaran su vida y, desde luego, que no lo extraditen a los Estados Unidos.

   La Armada de México se colgó así una medalla que no les correspondía, el gobierno mexicano publicitó festivamente “la captura”, los mercados financieros reaccionaron con expectativas favorables y la población civil se quedó boquiabierta, pensando que el gobierno de Peña Nieto de verdad está combatiendo al narco. Ya no se diga la comunidad internacional, que renovó sus esperanzas en la gestión del mexiquense.

   Pero no fue la Armada sino la DEA la que coadyuvó con la aprehensión, ni fue un operativo ultra secreto de búsqueda sino un encuentro pactado lo que permitió que finalmente El Chapo regresara a la cárcel. En ese sentido, el gobierno mexicano sigue alimentando mitos en el imaginario popular.

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Edición: Fracalo

Libertad Guerrero Noticias, periódico online editado desde el puerto de Acapulco, Guerrero, México, bajo la dirección del periodista Francisco Cárdenas López (Fracalo). Contacto: fracalo2001@yahoo.com.mx

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