COYUCA DE BENÍTEZ (www.libertadguerrero.net).- Al líder de la Unión de Productores de la Costa Grande, Luis Olivares Enríquez y su concubina, los asesinaron con disparos de arma de fuego en el interior de su domicilio esta mañana.
Los hechos ocurrieron al filo de las 08:15 horas en la parte alta de la colonia “Fuerte Emiliano Zapata, en la cabecera municipal de Coyuca de Benítez, en la Costa Grande del estado de Guerrero.
A Luis Olivares, al menos dos hombres le dispararon en tres ocasiones en la cabeza y tres más en el cuerpo, con una pistola calibre nueve milímetros, en tanto a la concubina Ana Lilia Gatica Rómulo tenía dos disparos en la cabeza, pero no murió en forma inmediata ya que “alcanzó a decir algo”.
Al dirigente de la Unión de Productores de la Costa Grande, Olivares Enríquez, en menos de dos ocasiones había sido amenazado de muerte.
“Hace nueve días, luego de que hombre armados mataron a su sobrino David Romero Téllez, y le dejaron un mensaje en el cadáver en el que lo sentenciaban de muerte a Luis Olivares, nosotros escuchamos cinco disparos.
“Dicen que en el segundo mensaje que le dejaron el sábado (el primero de noviembre), cuando mataron a su sobrino, era de un hombre que se hace llamar La Santa Muerte, incluso hasta en los periódicos salió publicado”, detalló una mujer, que se negó a dar su nombre.
Los cuerpos de ambas personas quedaron en el suelo de la vivienda en la colonia Fuerte Emiliano Zapata, a un costado de la vivienda fue edificada una capilla del santo San Judas Tadeo.
De acuerdo con testigos al lugar del crimen llegaron agentes de la Policía Ministerial, que acordonaron la zona y se retiraron, fue después del mediodía cuando llegó el Ministerio Público a realizar las primeras diligencias en el lugar del crimen y confirmó que había ocho casquillos.
Ambos cuerpos sus propios familiares los sacaron del domicilio donde se cometió el crimen, cada familia se llevó a sus muertos.
La familia de Luis Olivares, levantó el cadáver y lo trasladó al domicilio de su ex esposa, Ceferina Romero Fernández, en la calle Hermenegildo Galeana, en la colonia Tierra y Libertad.
“Luis me dijo que no tenía por qué huir, porque él no le debía nada a nadie, pero yo creo que lo mató el gobierno”, dijo, mientras iniciaban la preparación del cadáver en su domicilio, sobre una mesa.
Por Javier Trujillo
Noviembre/10/2013
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