CONTEXTO POLÍTICO
Por Efraín Flores Iglesias
Todo parece indicar que los que supuestamente asesoran a Ángel Heladio Aguirre Rivero, sólo les interesa cobrar y no coadyuvar en que el mandatario estatal haga un buen papel en el poco tiempo que le queda en el poder.
En materia de imagen pública el gobernador está reprobado. Ni siquiera su directora general de Comunicación Social, María Fernanda Lasso Martínez, se fija que fotos manda a las redacciones de los periódicos. Un ejemplo claro es la fotografía que envió la noche del pasado 13 de septiembre –día en que la tormenta tropical “Manuel” tocaba suelo guerrerense–, en donde se puede ver muy claramente a Ángel Aguirre compartir una amplia mesa con sus invitados en la residencia oficial Casa Guerrero.
Esa imagen generó gran polémica. Y cómo no, pues mientras “Manuel” empezaba hacer de las suyas, el gobernador muy tranquilamente estaba conviviendo con sus antecesores Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros, así como el alcalde Mario Moreno Arcos; el presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, Bernardo Ortega Jiménez; el senador de la República y aspirante a la gubernatura, Armando Ríos Piter, entre otros.
De hecho, el semanario Proceso, en su edición del 21 de septiembre, publicó la nota titulada: “Llovía y llovía y el gobernador Aguirre bebía y bebía.”
Días después del desastre que generó el meteoro, el gobernador Ángel Aguirre Rivero se trasladó a Tixtla, en donde de manera protagónica se metió en la pestilente agua de la laguna Negra; pero, para eso, estaba concediendo una entrevista a un reportero de una televisora nacional.
La foto circuló en las redes sociales, y casi todos, mofándose del mandatario estatal.
Y peor aún, en otro evento, a nadie se le ocurrió decirle al gobernador que era incorrecto que se subiera encima de un cartón de despensa. Como todos se imaginarán, esos kilos de ayuda quedaron apachurrados.
Y no solamente en imagen pública están reprobados los asesores y el equipo de prensa del mandatario estatal. En el manejo de crisis no dan una.
Han incurrido en graves errores. Luego de la publicación del semanario Proceso (21 de septiembre), por ejemplo, metieron al gobernador en una confrontación directa con esa casa editorial, pues en una entrevista que Ángel Aguirre concedió en un noticiero de Radio Fórmula, dijo lo siguiente: “Lamento mucho cuando se habla de un periodismo que es profesional, se ocupen de situaciones de esa naturaleza, que no corresponden a la realidad”.
Y justificó la cena que ofreció a sus invitados aquella noche del 13 de septiembre: “Ya es tradición que al término de la ceremonia que se celebra en la Iglesia de la Asunción, un evento promovido y organizado por el Congreso del estado, se organice una cena. Efectivamente una cena”.
Si el Congreso local fue el que organizó la cena, le pregunta es: ¿Po qué fue en Casa Guerrero y no en otra sede? ¿Y la división de poderes, apá?
Además, en una cena normal no se invitan a mariachis. Cuando hay mariachi, ya es costumbre que haya bebidas embriagantes para festejar. ¿O no?
Cuando el periodista José Cárdenas le preguntó al gobernador si la publicación de Proceso era una consigna, respondió “Usted sabe que algunos medios actúan luego por términos económicos y publicitarios, no obstante que a la revista Proceso se le otorga, tengo entendido, una plana cada semana… Se trata de una bajeza…”
Ángel Aguirre cree que con establecer convenios de publicidad es sinónimo de que las empresas periodísticas no publiquen los errores de su gobierno. Queda claro que eso se lo aprendió muy bien al ex presidente José López Portillo, quien hace 34 años acuñó la frase “No pago para que me peguen”.
Es obvio que las crisis no se pueden predecir, pero sí manejar. El problema es que los asesores de Ángel Aguirre y su jefa de prensa, son expertos en que las crisis les estallen a cada rato.
Luego entonces, ¿por qué el gobernador sigue sosteniendo en su gobierno a colaboradores que no pueden con el paquete?
Además, todo aquel que ocupa un cargo público está obligado a capacitarse. Para qué esperar una crisis si se pueden prevenir o actuar antes de que ésta estalle.
A los que les tocó estar cerca de Ángel Aguirre en su primer periodo de gobernador –hay que recordar que el ometepequense detenta el poder en la entidad por segunda ocasión–, era muy diferente. No le estallaban a cada rato los problemas como ahora.
La mayoría coincide que Ángel Heladio cambió mucho desde que decidió públicamente separarse del PRI e iniciar un romance con eso que llaman izquierda: el PRD.
Lo que sea, pero el gobernador ha actuado de manera irresponsable al frente del poder. Gracias a él se disparó la inseguridad en las 7 regiones, que trajo como consecuencia que a finales del año 2012 y a principios de 2013 que varios pueblos tomaran las armas para defenderse de la delincuencia.
Insisto, si Ángel Aguirre tuviera un buen equipo de asesores y en materia de comunicación social, las cosas no estarían tan graves. Pero bueno, sólo él sabe porque permite rodearse de personajes que no le ayudan en nada.
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efrain_flores_iglesias@hotmail.com
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