¿Hybris en el Papagayo?…
Todos nos hemos topado con algún servidor público cualquiera, de bajo nivel, de “medio pelo” o jefecillo de lo que sea, que no tienen la menor noción de la mística del servidor público y en consecuencia actúan como si trajeran a Dios de las orejas, prepotentes y arrogantes.
Resultan más mamones y antipáticos que sus meros jefazos en ocasiones, pero vaya que hacen mucho daño, sobre todo si se autoerigen en cancerberos para evitar que la gente llegue a tener contacto directo con los que deveras mandan.
Lamentablemente el “mal de Hybris no es tan extraño como supondríamos, pero los funcionarios de mayor jerarquía por lo menos saben disimularlo y actúan así tan solo dentro de su primer círculo inmediato con sus desayudantes; ante el público son capaces de aparentar sencillez y humildad y hasta les ale naturalita la sonrisa.
En cambio, los que se contagiaron de los superiores y son sus malos imitadores de pacotilla…¡ay nanita!. no se miden ni se dan cuenta de lo enfermitos que están y hasta frente al espejo de hacen fuchi...
Aunque no hace mucho les hablé del Mal de Hybris como me lo platicó un perito psiquiatra de la PGR, complaceré la petición de algún amable cibernauta que me pidió volver a tocar el tema…
¿De qué platican en algunas escuelas?
-Maestra teacherina, ya tenemos las lista de probables chivos expiatorios y víctimas propiciatorias para después del 20 de octubre, pero nos faltan los culpables originales en la última década del Siglo XX.
-Ahí no quieren que le rasquen a los cuatro hermanos Salinas y Ruiz, así chitón perrito… ¿la otra tarea que les dejé sobre el Hybris?
-No encontramos nada de “libris”, pero ¿qué es el mal de la desmesura?
- Prendan sus grabadoras y no me interrumpan; les diré lo que yo sí encontré en el Internet:
-Viene de ahí teacher…
-“El Mal de Hybris o Desmesura, se aplicaba en Grecia al héroe que lograba la gloria y, "borracho" de éxito, se comportaba como un Dios, capaz de cualquier cosa. Es un ego desmedido, una sensación de poseer dones especiales que lo hacen a uno capaz de enfrentarse hasta a los mismos dioses.
-¿Estilo Juan Camaney mexicano?
-El neurólogo David Owen analiza la "locura" que provoca el poder, hasta escribió un libro sobre el estudio del cerebro de los líderes políticos y concluye que: "el poder intoxica tanto que termina afectando al juicio de los dirigentes".
-¿Es eso de que el poder apendeja?, maestra.
-Sí, pero el psiquiatra Manuel Franco, explica así lo que ocurre con los líderes políticos: "una persona más o menos normal, se mete en política y de repente alcanza el poder o un cargo importante. Internamente tiene un principio de duda sobre su capacidad, pero pronto surge la legión de incondicionales que le facilitan y reconocen su valía”.
-¿Cómo a los que les dan un nombramiento en el gobierno por ser cuates, compadres o parientes y entonces le siguen la corriente a los jefazos?
-Exacto chamacos. “Poco a poco el contagiado de Hybris se transforma y empieza a pensar que está ahí por mérito propio. Todo el mundo quiere saludarlo, hablar con él, recibe halagos de todo tipo”. Esta es la primera fase, pero pronto da un paso más y entra en la "ideación megalomaníaca", cuyos síntomas son la infalibilidad y el creerse insustituible. Entonces comienzan a realizar planes estratégicos para veinte años, obras faraónicas, o a dar conferencias sobre temas que desconocen.
-¿Cómo por ejemplo algunos diputados, senadores o delegados?
-¡Shhh, cábrense cayones, no interrumpan!-“Tras un tiempo en el poder, el afectado por este mal, padece lo que psicológicamente se llama "desarrollo paranoide". Todo el que se opone a él o a sus ideas, es un enemigo personal. Puede llegar incluso a la "paranoia o trastorno delirante" que consiste en "sospechar de todo el mundo" que le haga una mínima crítica, y progresivamente se va aislando de la sociedad.
-¿Cuándo ya no conceden audiencias privadas?
-Llega un momento en que dejan de escuchar, se vuelven imprudentes, toma decisiones por su cuenta sin consultar, porque creen que sus ideas son correctas.
-¡Ta cañón entonces,teacher!
-Aunque finalmente se descubra que son erróneas, nunca reconocerán la equivocación. Se sienten llamado por el destino a las grandes hazañas (les pasó a Bush y a Blair, cuando no planificaron con detalles cómo reemplazarían a Husein, y no pensaron cómo respondería el ejército iraquí; en la antigüedad otros ejemplos fueron Nerón, Calígula, Napoleón, Hitler, Mussolini, etc.. y otros emperadores; en América Latina, pues ahí están Fidel Castro, Evo Morales Ayma y Nicolás Maduro, igual fueron Fujimori, Hugo Chávez, Somoza, Perón, Noriega, Pinochet, Porfirio Díaz, Victoriano Huerta, Plutarco Elías Calles, Venustiano Carranza, Alvaro Obregón, Maximino Avila Camacho, Arturo Durazo,Luis Echeverría, Vicente Fox, Felipe Calderón y otros...
-¿Y dura mucho la enfermedad?
-Todo esto se da hasta que cesan en sus funciones o pierden las elecciones, entonces viene el "batacazo" y se desarrolla un cuadro depresivo ante una situación que no pueden comprender.
Dice el Dr. Franco que es difícil tratar este problema, porque quienes lo padecen, no tienen conciencia de ello, como los alcohólicos pues…
-¿Cómo se detecta a los enfermitos?
-Los síntomas del mal de Hybris comienzan por el Modo mesiánico de comentar los asuntos corrientes y una tendencia a la exaltación.
Un enfoque personal exagerado (yo, yo, yo) tendiente a la omnipotencia.
También se nota agitación, imprudencia e impulsividad.
No son iguales a los demás mortales; se sienten superiores.
v en su vida personal se dotan de lujos y excentricidades y tienen una desmedida preocupación por la imagen y se rodean de funcionarios mediocres.
-¿Dónde hemos visto eso, maestra?
-Para ellos el rival debe ser desactivado por cualquier método
y construyen una red de espías para controlar a oponentes y aún a los de su propio partido. Terminan cayendo en la trampa de su propia política. La pérdida del mando o de la popularidad, los lleva a la desolación, la rabia y el rencor.
y construyen una red de espías para controlar a oponentes y aún a los de su propio partido. Terminan cayendo en la trampa de su propia política. La pérdida del mando o de la popularidad, los lleva a la desolación, la rabia y el rencor.
-Ujule profesora, parece retrato hablado de algunos ex gobernadores como Zeferino y un titipuchal de funcionarios y burócratas…
-¡Shhh…cábrense cayones!, luego solitos se enchalecan las cosas algunos cuando no era para ellos. Nisiquiera leen o se enteran por sí mismos y dejan que les laven el cerebro los desayudantes, esos sí enfermitos…
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