CONTEXTO POLÍTICO
¿Alguien se acuerda de Armando Chavarría?
Por Efraín Flores Iglesias
A unos días de cumplirse el cuarto aniversario del asesinato de Armando Chavarría Barrera, los dirigentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) andan más distraídos en el próximo proceso electoral, que exigir justicia para el fundador del Polo Guerrerense de Izquierda (PGI).
Martha Obezo Cázares se ha quedado sola en su lucha para demandar castigo a los responsables del asesinato de su esposo. Pero los que se beneficiaron con el capital político del que fuera líder del Congreso local en la LIX Legislatura, ni siquiera presionan al actual gobierno de Ángel Aguirre Rivero, especialmente el dirigente del Grupo Guerrero, David Jiménez Rumbo, quien sólo busca satisfacer sus intereses personales.
No cabe duda que el Caso Chavarría no se esclarecerá en este gobierno perredista, pues ahora que tienen la oportunidad de que se dé con los responsables del artero crimen ocurrido el 20 de agosto de 2009 en Chilpancingo, los miembros del Grupo Guerrero andan desatados en promover el proyecto de otro Armando (Ríos Piter), a quien Jiménez Rumbo señaló hace tres años como uno de los beneficiarios de ese asesinato.
Armando Chavarría sólo es recordado cuando así conviene a los intereses de los personajes perversos que no tienen ningún compromiso con la lucha social ni por el bienestar de los guerrerenses.
En su momento, Jiménez Rumbo responsabilizó del crimen a Zeferino Torreblanca Galindo. Lo que no han analizado los integrantes del Grupo Guerrero, es que el verdadero beneficiado con la muerte de Armando Chavarría, fue nada menos que Ángel Aguirre Rivero y su grupo de amigos que ahora están instalados en el poder.
Si no se han podido esclarecer los asesinatos de Carlos Alberto Madrazo Becerra, Luis Donaldo Colosio Murrieta, José Francisco Ruiz Massieu, de los 17 campesinos de Aguas Blancas y los indígenas mixtecos de El Charco, mucho menos se resolverá el Caso Chavarría, mientras no haya una fuerte presión social y el compromiso de las autoridades.
No es suficiente que la familia Chavarría Obezo exija castigo a los culpables. David Jiménez Rumbo y otros miembros del Grupo Guerrero están obligados moralmente a presionar al gobernador Ángel Aguirre a resolver ese caso de sangre.
Lo que sí ocurrirá el próximo 20 de agosto, es que varios personajes de manera hipócrita van a salir a escena para demandar “castigo a los culpables”, con la intención de acaparar reflectores.
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