CIUDAD DEL VATICANO (www.libertadguerrero.net).- El papa Francisco declaró ayer en el vuelo de Brasil a Roma que si una persona es homosexual “¿quién soy yo para juzgarlo?”, manifestando por primera vez en su pontificado tolerancia por parte de la jerarquía eclesiástica hacia la comunidad lésbico gay.
En una rueda de prensa a bordo del vuelo, en la que el pontífice argentino respondió con franqueza a los numerosos temas sometidos, desde el escándalo de Vatileaks hasta la reforma de la curia y el eventual cierre del controvertido banco del Vaticano, Francisco también habló de un tema tabú: la homosexualidad dentro y fuera de las murallas del Vaticano.
“Si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”, comentó el Papa durante la conferencia de prensa concedida aproximadamente a 70 periodistas que lo acompañaban en el vuelo de regreso a Italia tras la visita de una semana a Brasil, lo que sorprendió a buena parte de los vaticanistas presentes.
NADA NUEVO
Hugo Valdemar, director de Comunicación Social de la Arquidiócesis de México, comentó a MILENIO que lo dicho por Francisco no es nada que no haya comentado antes Benedicto XVI.
“El Papa no ha hecho ningún cambio en la Iglesia, viene afirmando lo que ya existe, de hecho hay un documento del cardenal Ratzinger que se llama Atención pastoral de las personas homosexuales, que hizo antes de ser pontífice, cuando era el encargado de la doctrina de la fe”, detalló Valdemar.
“En ese documento Ratzinger dejó claro que no se puede condenar y no se puede discriminar a ninguna persona homosexual; con lo que la Iglesia no está de acuerdo es con los actos homosexuales, no con las personas”, aseguró.
“Eso no es sino la muy antigua doctrina católica que condena al pecado, no al pecador; entonces, el papa Francisco está exactamente en esa línea y me sorprendo de las reacciones, porque es algo de siempre”, opinó.
Valdemar aseguró que la Iglesia siempre ha respetado la condición gay, pero no los actos. “De hecho, en la Ciudad de México el mensaje que dio el cardenal (Norberto Rivera) fue en esa línea, las personas homosexuales son dignas de todo respeto y nadie debe discriminarlas, con lo que la Iglesia no está de acuerdo es con la actividad homosexual. El Papa no ha hecho más que repetir la doctrina tradicional”, reiteró.
“Lo que posiblemente sorprende es que el Papa habla abiertamente en el ámbito de la tolerancia, que no es una novedad, ya la Iglesia desde hace 20 años viene propugnando eso, pero la doctrina en lo fundamental no ha cambiado”, aseguró el vocero del episcopado.
No obstante, Jorge Mario Bergoglio, dirigiéndose a los reporteros al responder a una pregunta sobre las denuncias de un grupo gay en el Vaticano que supuestamente conspira para acceder a cargos de poder, acotó que “el problema no es tener esa tendencia, sino constituir un lobby (un grupo de presión). Ese es el asunto más grave para mí”.
El Papa, que durante la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil evitó hablar de temas polémicos, recalcó en el vuelo papal que “el catecismo de la Iglesia católica explica de forma muy bella” el tema de la homosexualidad.
“Dice que no se debe marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad”, comentó Francisco.
INSUFICIENTE
El tono tolerante del pontífice argentino ha sido considerado “importante” por representantes del movimiento italiano de defensa de los derechos homosexuales, aunque lo tildan de insuficiente en la sustancia.
“Nada nuevo desde el Vaticano, solo un cambio de estilo, la sustancia sigue siendo la misma”, coincidió Aurelio Mancuso, presidente del movimiento Equality Italia.
La referencia hecha por el Papa al catecismo universal, que no condena la orientación homosexual sino los actos homosexuales como pecaminosos, obliga a los gays a la castidad, “sin vida afectiva ni sexual”, lamenta Mancuso.
La referencia hecha por el Papa al catecismo universal, que no condena la orientación homosexual sino los actos homosexuales como pecaminosos, obliga a los gays a la castidad, “sin vida afectiva ni sexual”, lamenta Mancuso.
La postura hacia la homosexualidad es uno de los debates pendientes dentro de la Iglesia católica y algunos sectores internos piden un cambio de actitud.
Benedicto XVI, quien reconoció en el libro Luz del mundo la existencia de sacerdotes homosexuales, también consideraba que no debían ser discriminados, “aunque no por ello la homosexualidad pasa a ser moralmente justa, sino que queda como algo que está contra la naturaleza de aquello que Dios ha querido originariamente”, escribió.
Según la Congregación de la Doctrina de la Fe, “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados y no pueden recibir aprobación en ningún caso”, por lo que invita a los homosexuales católicos a una vida casta.
El mismo principio que el Papa latinoamericano explicó a los periodistas en el avión, sin entrar en el debate sobre el matrimonio gay, al que la Iglesia se opone rotundamente porque afecta a la familia tradicional.
“Todos conocen perfectamente la posición de la Iglesia sobre ese tema”, remató Mancuso.
Fuente: Agencias
Julio/29/2013
www.libertadguerrero.net
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