¿Lograrán forjar una Policía Rural infiltrada de antemano?
En Guerrero es tema tabú halar de guerrilla, como si con ese silencio se conjurara el problema real pues aquí eso es tradicional.
Hasta antes de finales del Siglo XX ni imaginar el concepto “derechos humanos” como freno a la tortura policiaca como método de investigación; a los delincuentes se les hacía un juicio sumario y de plano los colgaban si evitaban a tiempo que los lincharan o lapidaran pobladores enardecidos.
La pena de muerte era de uso común y en este país con la modalidad de la ”ley fuga” se aplicaba indiscriminadamente, el caso es que se imponían castigos ejemplares a los transgresores de la ley como advertencia intimidante que inhibiera a los maleantes…pero se llevaban de cola a muchos inocentes sin derecho a defenderse, los ejecutaban o encarcelaban sin haber sido oídos y vencidos en juicio.
Ya casi para terminar el siglo XX, en junio de 1990 se creó en México la Comisión Nacional de Derechos Humanos presidida por el Dr. Jorge Carpizo Mc Gregor y en Guerrero la CODDEHUM, puesta en manos del prestigiado abogado Juán Alarcón Hernández de manera inamovible, lo que determinó que el funcionario lleve en el cargo 23 años.
Apenas y por instancias de él mismo se reformará la ley orgánica para que después de él, los titulares de la dependencia sean seleccionados a través de convocatoria del Congreso por periodos de cuatro años, con posibilidad de prórroga por otros 48 meses. Por mientras Juán Alarcón estará al frente de la CODDEHUM hasta que Dios quiera…de todos modos su desempeño ha sido satisfactorio y meritorio, la bronca será para quienes ambicionan esa difícil posición desde dentro si les imponen alguien de fuera…
En fin, lo que hoy me ocupa y a muchos nos preocupa es que seguimos en Guerrero sin atinarle a la piñata, con palos de ciego contra la rampante inseguridad pública en comunidades urbanas y rurales, donde nadie tiene ni tantita confianza en las corporaciones policiacas oficiales y la “ayuda” del Ejército y la Marina les da ñáñaras a los que andan en malos pasos.
Hace casi 20 años, cuando Angel Aguirre Rivero fue gobernador por primera ocasión, se regularizó la actuación de las llamadas policías comunitarias que preservarían la seguridad en comunidades rurales de índole indígena respetando sus usos y costumbres, pero su esfera jurisdiccional comprendía solamente esas áreas geográficas específicas, nada de salirse del pueblo armados hacia otras partes. La CRAC no dio problemas mayores, pero como todas las instituciones con el tiempo van perdiendo el rumbo alejándose de la misión original.
A principios de este 2013, como parte del proceso de desestabilización del gobierno estatal, alguien le lavó el cerebro y azuzó a un mesiánico líder campirano a crear una imitación de policías comunitarias pero con más rango de acción sin respetar normas federales.
¿Cómo estaría de sospechosa la intención de Bruno Plácido Valerio que ni su hermano Cirino aceptó que se amalgamara a la CRAC con su gente armada?.
Entonces urdieron la creación de “grupos de autodefensa”, que de la noche a la mañana debutaron como un peligroso retorno a la barbarie de la venganza privada y la justicia por mano propia, capturando y privando de su libertad a quienes les parecían sospechosos y juzgándolos rudimentariamente, sin respetar las garantías individuales constitucionales ni sus derechos humanos.
Nada ni nadie los bajó de su macho a tiempo…y pronto se dio lo inaudito: que se le treparan a las barbas al mismísimo Ejército pudiendo provocar una desgracia, pero el profesionalismo y preparación de militares evitó que corriera sangre. Por la prudencia sobre todo del Comandante de la IX Región Militar, General Genaro Fausto Lozano Espinosa, quien bien dijo a su llegada a Guerrero que la entidad está entre el narco y la guerrilla, cosa que por supuesto indigestó a las autoridades civiles, acostumbradas a disimular.
En medio año las cosas han ido empeorando y hay muchos elementos de Bruno Plácido Valerio armados, jugando con cerillos entre la yesca seca que abunda, sus ocurrencias de formar su UPOEG ya comenzaron a cobrar vidas…
¿Piensan dejar que siga inflándose hasta que reviente solito o lo truenen sus rivales y lo hagan “mártir”?
Pareciera que el paliativo que se les ocurrió a algunos burócratas sin ninguna experiencia en el oficio policiaco ni de procurar e impartir justicia, fue sacarse de la manga la creación emergente de una Policía Rural cuando el Gobernador Angel Aguirre andaba en gira de trabajo por los USA y regresó cuando ya le habían abierto la puerta al horno a media cocción del pastel.
No se hizo esperar la llegada de un jurisconsulto experimentado a la Secretaría General de Gobierno y el relevo urgente de la dama muy preparada académicamente pero ineficaz en la procuraduría; ahora el balón lo traen el Magistrado con licencia Jesús Martínez Garnelo e Iñaky Blanco Cabrera para auxiliar en vez de comprometer más al gobernador Angel Aguirre, sobre todo cuando estamos viendo en el vecino Michoacán las barbas cortar.
selvicz@hotmail.com
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