
La Policía Federal, buena para
resguardar cadáveres, mala
para prevenir el delito
Cubiertos del rostro como viles maleantes, los elementos de la Policía Federal cometen detenciones arbitrarias, cateos ilegales, abuso de autoridad, extorsión y tortura, delitos más comunes que nadie denuncia porque los “representantes de la ley” amenazan a sus víctimas bajo advertencia de que procederán contra otros integrantes de su familia.
Quienes nos dedicamos a la noble labor de informar hemos sido víctimas constantes de hostigamiento y malos tratos de los uniformados, cuando por cubrir algún evento fatal llegamos a las escenas del crimen para cumplir con nuestra labor informativa.
Celosamente, los elementos de la Policía Federal Preventiva, como pomposamente fue bautizada la corporación creada por Genaro García Luna, resguardan los cadáveres para evitar que los periodistas tomen fotografías de los hechos sangrientos. Extrañamente la mayoría de los elementos toma y toma fotos a diestra y siniestra con cámaras y equipos celulares personales.
¿A quién reportan o envían esas imágenes los federales preventivos? Sólo ellos lo saben, lo cierto es que los ciudadanos tienen una opinión de poca confianza hacia los elementos de esa corporación, toda vez que en muchos casos las bandas criminales han tirado muertos desde vehículos en circulación y han ejecutado a ciudadanos en sus propias narices.
Tenemos información extraoficial de que la PFP que opera en Acapulco “vende” protección y ciertos privilegios a cambio de información, situación que aprovechan bandas antagónicas para “poner de carnada” a sus rivales, incluso muchos han aprovechado la ocasión para eliminar o involucrar a gente inocente.
Hemos sido testigos de las denuncias presentadas a los largo del año pasado por detenciones arbitrarias de jóvenes que fueron sacados con lujo de violencia de sus domicilios y torturados para arrancarles la confesión de que pertenecen o están ligados con alguna banda criminal.
No es extraño que las bandas criminales que lo mismo venden droga, extorsionan y secuestran, se pasean armados por todo Acapulco como “Juan por su casa” si ser molestados.
Este escribano atestiguó personalmente hace varios días cuando una camioneta con varios hombres sospechosos pasaron frente a un retén en la avenida Farallón ante la indiferencia de los policías, en cambio cortaron cartucho y ordenaron a una anciana que iba acompañada de su perrito detener la marcha de su auto para una revisión.
Un buen númerto de acapulqueños ha presenciado en retenes improvisados revisiones de unidades donde viaja una familia completa, y camionetas con hombres sospechosos que incluso enseñan por las ventanillas el cañón de los cuernos de chivo y pasan sin ser molestados.
Para terminar esta entrega, expresaré nuestra solidaridad para el compañero fotorreportero Nelson Matus Peña, quien fue sacado de su domicilio en los primeros minutos de la madrugada del sábado y detenido por elementos de las patrullas 13926 y 13752, como si se tratara de un gran capo los policías desplegaron impresionante operativo y lo pusieron a disposición del Ministerio Público como sospecho del robo de auto.
Matus Peña fue dejado en libertad después de las 08:00 horas de este mismo sábado luego de rendir declaración.
¡Por supuesto que lo dejaron libre porque no tenía en posesión ningún auto robado!
La detención de Nelson Matus ocurre en represalia porque, en el sitio de noticias Ágora.com para el cual trabaja, días atrás dieron a conocer que un anciano y su trabajador fueron desarmados por los Policías Federales, pese a que éstos advirtieron que eran víctimas de amenazas de un grupo de extorsionadores que constantemente los hostigaban en un negocio de materiales propiedad del septuagenario localizado en el poblado La Venta.
¿Y qué pasó?, pues el viernes falleció en el hospital uno el anciano baleado junto con su trabajador que no pudieron defenderse de los hombres armados que el jueves llegaron a su negocio para acabar con sus vidas a balazos.
Por todo lo anterior, sostengo que la Policía Federal es buena para resguardar cadáveres, mala para prevenir el delito.
Con todos los antecedentes expuestos, no tengo duda de que algunos elementos de la Policía Federal han desviado el camino para trabajar para la delincuencia organizada.
Ojalá que las cosas cambien para bien de todos.
Ojalá que las cosas cambien para bien de todos.
Comentarios y sugerencias: fracalo2001@yahoo.com.mx
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