Las
cincuenta velitas de Felipe Calderón…
Bien
dicen que a cada capillita le llega su fiestecita, solo que al parecer este año
no pudo o no quiso venir a celebrar su cumpleaños número 50 el Presidente de
México acompañado de su talentosa esposa Margarita Zavala, sus dos hijos
varones y la nenita linda.
¿Cuántas
veces desde solteros Felipe y Margarita gozaron de aquel Acapulco maravilloso,
seguro, tranquilo y romántico donde los fines de semana se convertían en
memorables paseos cortos pero muy divertidos, aun sin haberse inaugurado la
peligrosa y mal cuidada Transopista del Sol?
La
pareja de panistas hizo buenas amistades en el puerto, se les miraba con alguna
frecuencia en una cafetería de la Costera, pero sobre todo preferentemente
incursionando en los rumbos de Pie de la Cuesta y la Laguna de Coyuca de
Benítez, ahorita en situación de emergencia por el desbordamiento que ocurrió
por no abrir a tiempo meteorológico la Barra.
Claro
que esa antigua carreterita estrecha y peligrosa la recorrieron muchas veces en automóviles o camiones de
esos tan folclóricos carcachas rodantes; nunca se imaginaron que llegaría el
día en que para evitarse molestias y corajes serían trasladados en helicópteros
de La Marina.
Por
el clima y el tiempo como anda después del malévolo y molesto “Ernesto”, claro
que ahorita no es muy recomendable que el primer mandatario ande en las alturas
con esa epidemia de desplomes extraños en su sexenio: o hacer la travesía a
nivel del Acapulco quebrado y desesperado que dejó aquel alcalde que siendo su
cuate en una legislatura se le puso al brinco, cuando decidió quitarle el
Tianguis Turístico al puerto por estar como aldea sin ley, sin policía
confiable…
¿Se
imaginan si a Felipe Calderón y su hermosa familia de casualidad les toca
alguna balacera de las frecuentes en la Costera Miguel Alemán, u otro de tantos
zipizapes y zafarranchos policiacos en el Fraccionamiento Costa Azul, cuando
van a la santa misa dominical allá en el templo de la glorieta, frente al que
la policía municipal levanta michoacanos por error y los desaparece?
Ni
Dios lo quiera ¿verdad?, por eso quizá le sopló a las cincuenta velitas de su
pastel en su ámbito estrictamente familiar, ahorita ya no está su
administración para faraónicos festejos. De todos modos muchos acapulqueños
extrañan la presencia frecuente en plan de descanso del visitante distinguido
de antes.
Me
pregunto si alguna vez le ha tocado conocer la hermosura de Pichilingue en
Puerto Marqués, alojado en la Casa Acapulco, que la PGR le decomisó en 1993 ni
más ni menos que al tan buscado pero tan protegido Joaquín “El Chapo” Guzmán
Loera, que parece que librará con vida y libre este sexenio que toca a su fin.
A
partir de diciembre, cuando muy probablemente le entregue la banda tricolor
de seda a Enrique Peña Nieto si Andrés
Manuel López Obrador y sus huestes lo permiten, me pregunto si Felipe Calderón
con su bonita familia vendrán más seguido al puerto o lo echarán al olvido.
También
me inquieta saber si perdieron en la Octava Zona Naval de Icacos el ejemplar
autografiado y dedicado en el texto al entonces presidente electo, que con
respeto y afecto le dejé en la oficina del Almirante Lara Montellano desde el
29 de diciembre del 2011.
Hasta
donde sé, Felipe Calderón Hinojosa es
cuidadoso de las finas maneras educadas y nada cuesta que alguno de tantos
secretarios auxiliares le pasen a firma una misiva acusando recibo del modesto
presente.
Claro
que es el librito que pisó muchos cayos en Guerrero, sobre todo en el 2007 al
ahora ex gobernador en la mira de la justicia financiera Carlos Zeferino
Torreblanca Galindo y su camarilla presuntamente deshonesta y habilidosa, que
obviamente se espera que le den mucha lata al actual mandatario Angel Aguirre
Rivero a partir de la próxima semana que
comienza hoy domingo en esa clase de guerra sucia y espionaje, que tan bien
dominan con sus muchos infiltrados en áreas estratégicas y uno que otro traidor…
En
fin, por razones muy especiales no se nos hizo felicitar de cerca en este
puerto al que felizmente cumplió sus primeros cincuenta años de existencia, brincando esa barrera humana en
la que a veces comienzan los achaques prematuros, sobre todo cuando se vive
estresado y presionado por la responsabilidad de conducir a buen puerto a todo
un País y sus habitantes.
Ya
dentro de tres meses y días, podrá Felipe Calderón y su familia gozar de unas
merecidas vacaciones en cualquier parte del mundo o México que se les antoje,
al cabo que de seguro no tendrá ninguna chamba importante durante el próximo
sexenio, como quizá se entusiasmó si ganaba Josefina Vázquez Mota, que se la
ofreció de Procurador General de la República. Dios sabe por qué hace las
cosas, imagínenselo de mancuerna con Genaro García Luna, el personaje del
destino incierto a partir del 2013, que no creemos que como al General Naranjo aquí,
lo inviten a trabajar en Colombia contra los narcos de allá.
Cuando
en los cambios de sexenio se turnaban el
poder correligionarios de un mismo partido, siempre la salida digna eran
misiones diplomáticas o destierros disimulados, pero eso ya pasó a la historia.
Como
bien lo dijo, el abogado Felipe Calderón pretende irse a impartir Cátedra quizá
en la Universidad de Austin,Texas; claro que le preocupa y ocupa ante todo la
seguridad de su tres hijos y su esposa, en México el panorama se ve difícil en
los próximos meses y sobre todo a partir de diciembre, con la súper guerra en
serio y reacomodos que se espera entre los Cárteles que se disputan el otro
poder. De todos modos, ¡feliz cumpleaños Señor Presidente!
selvicz@hotmail.com
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