¿Cuánto
ofrecen por la PGR?
Desde
antes de aquellos tiempos del Dr. Carpizo en la PGR, algunos compraban sus
plazas de judiciales federales en más o menos 10 mil dólares. En el foximato
harto platicaban que los hijos de doña Marta Sahagún conseguían comandancias a
cambio de un millón de dólares; en los tiempos recientes muchos elementos
cesados comentan que no reprobar el
control de confianza cuesta mucho en dólares también… ¿será cierto?
Pero en
fin, allá quienes compran cargos peligrosos como si fueran patentes de corzo
disfrazados de policías auxiliares del Ministerio Público.
¿Será otra
vez Manuel Añorve quien conduzca por los laberintos secretos del Palacio de San
Lázaro al mexiquense del copete seductor cuyo triunfo electoral pretenden
echarle abajo?.No en vano el ojiverde ex alcalde de Acapulco presume de su
estrecha amistad de años con Enrique Peña Nieto, pero al diputado plurinominal
nadie en Guerrero se lo critica, mientras en cambio al Gobernador Angel Aguirre
Rivero ya se lo quieren comer vivo, sin reflexionar en que las amistades y los
compadrazgos no tienen siglas políticas y que fue un error que el PRI no lo
hiciera su candidato en el 2010, como ya lo aceptó ni más ni menos que Rubén
Figueroa Alcocer hace semanas.
No
olvidemos que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Camacho Solís, Marcelo Ebrard
Casaubón y Andrés Manuel López Obrador fueron devotos priístas mucho tiempo
antes de lanzarse a la izquierda democratizadora, entonces todos coludos o
todos rabones.
Dicen que es de sabios cambiar de opinión y
los políticos son libres de irse a otros partidos cuando no les reconocen sus
méritos ni corresponden a sus anhelos inmediatos, así de fácil pues...
Luis
Walton Aburto igual militó en el tricolor antes de entrarle a Convergencia,
ahora Movimiento Ciudadano, partido del que aún es el Coordinador Nacional y
por eso está obligado a acompañar en sus batallas a López Obrador hasta el
final.
Pero
estábamos reflexionando en la calidad del gabinete que tal vez integre el
cuarenta y seis añero Enrique Peña Nieto; indiscutiblemente los sectores Salud,
Hacienda y Educación son
importantísimos, Gobernación ni qué decir, sobre todo con su engendro tullido
y amordazado del CISEN tan estratégico y debilitado durante el panismo.
Las
Secretarías de la Defensa Nacional y Marina se cuecen muy aparte y nos faltan
los tigres feroces de la rifa: Seguridad Pública Federal –que bien podría hasta
desaparecer o por lo menos cambiar de nombre- y la otrora gloriosa Procuraduría
General de la República (PGR), cuando no se jugaba a las “reformas-deformas”.
Desde
las administraciones de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de
León, Vicente Fox y Felipe Calderón, la dependencia por angas o por mangas ha
cambiado más seguido de titulares que de zapatos, podría decirse en broma.
Excepciones
hechas de Ignacio Morales Lechuga, Diego Valadés Ríos y Víctor Humberto Benítez
Treviño, que al menos previamente fueron Procuradores de Justicia del DF y
Marisela Morales Ibáñez que fue agente del MP del fuero común y federal, además
de Subprocuradora en la SIEDO; todos los otros Procuradores Generales de la
República recientes llegaron, por decirlo así, de improvisados, como aquel ex
narcogobernador dipsómano de Jalisco Enrique Alvarez del Castillo, o entrones y
bravos como el Dr. Jorge Carpizo Mc Gregor, eminente Catedrático y jurista,
pero demasiado académico y legalista para enfrentare con las mafias internas de
la entonces Policía Judicial Federal.
Después
seguirían Antonio Lozano Gracia, Jorge Madrazo Cuéllar, el General Rafael
Macedo de la Concha, el Notario Público Cabeza de Vaca, Eduardo Medina Mora
disputándose el poder con Genaro García Luna que lo rebasó y Arturo Chávez
Chávez, del bufete del Jefe Diego Fernández de Cevallos.
Con
tantos cambios de criterios y estilos personales, la PGR que heredará el
próximo presidente de México cuando tome posesión solemne del cargo, es un
auténtico desbarajuste, ahora con la desaparición oficial de la AFI que indebidamente colocaron bajo
los fueros de García Luna en el 2001, separando de la procuraduría a los
auténticos judiciales federales de carrera y la poco novedosa creación de la
Policía Ministerial Federal, una gata muy revolcada, mañosa y maquillada…
Para
poner al frente del Ministerio Público Federal tan disminuido de hecho en sus
atribuciones constitucionales y como Abogado de la Nación, debería buscar el
próximo presidente a un especialista experimentado, que no quiera llegar a
descubrir el hilo negro ni reinventar el agua tibia, pero como a José Luis
Santiago Vasconcelos lo desaparecieron del mapa en noviembre del 2008, en el
menú de propuestas viables quedan
entonces José Antonio González Fernández que fue Procurador del DF y Alfonso
Navarrete Prida, que lo fue en el estado de México durante parte del gobierno de
Enrique Peña Nieto, según creo recordarlo, pero además en sus principios supo
muy de cerca de las aflicciones del titular de la PGR con el Dr. Carpizo y por
ende cuenta con las simpatías de la famosa cofradía de juristas encumbrados de
la UNAM.
¿Algún
ex procurador General de la República pudiera repetir en el cargo?, no se
descarte a Ignacio Morales Lechuga ni a Víctor Humberto Benítez Treviño
entonces…
Lo
ideal es que en la PGR y en todas las procuradurías estatales de la república
no se nombrara a ningún abogado que no acredite en sus currículas haber fungido por lo menos cinco años como Agente del
Ministerio Público…de no hacerlo así es colocar a cualquier espontáneo en el
ruedo ante el toro embravecido.
selvicz@hotmail.com
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