El Acapulco retro en la mira de Slim
El
Acapulco Tradicional que fue cuna del turismo en México y escondite del jet set
internacional, sirvió en la última década de guarida para las bandas criminales,
aprovechando que las autoridades de los
tres niveles dejaron en el olvido esa zona.
La
violencia desatada alejó a los turistas y la falta de derrama económica quebró
varias empresas en Caleta y Caletilla.
Varias
propiedades lucen abandonadas y sirven de refugio para malvivientes que atracan
a cuanto transeúnte se cruza en su camino, para obtener dinero que utilizan
para adquirir enervantes.
Hoteleros,
restauranteros, prestadores de servicios acuáticos y comerciantes del mercado
Santa Lucía se quejan de las bajas ventas. Incluso los moteles de paso que
antes lucían llenos, hoy se encuentran desolados porque el aspecto del viejo
Acapulco genera desconfianza.
La
crisis ha pegado a todos, situación que representa una excelente oportunidad de
negocios para quienes cuentan con dinero suficiente para comprar bienes
inmuebles a precios de ganga y esperar mejores tiempos.
El
renacimiento del viejo Acapulco es uno de los negocios que visualiza para el
futuro inmediato el hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú, presidente de Grupo Carso que aglutina
empresas como Telmex, Telcel, América Móvil, Financiera Inbursa, Minera Frisco,
las tiendas Sears y Sanborns.
El viejo Acapulco es atractivo para el visionario
Carlos Slim. Para lograrlo cuenta con el respaldo del gobernador Ángel Aguirre
Rivero, su amigo y aliado para llevar a buen éxito sus próximos negocios en
Guerrero. Así lo hizo durante la última década en el Distrito Federal donde se
hizo de buenas propiedades en el Centro Histórico con la ayuda de Andrés Manuel
López Obrador y actualmente con Marcelo Ebrard.
Apenas el lunes 9 del mes y año en curso, Aguirre
Rivero lanzó lapidaria amenaza a los empresarios del Acapulco Tradicional, al advertirles
que si no renuevan sus establecimientos tomará medidas drásticas. ¿Qué quiso
decir con esto? Pues que por la vía jurídica podría obligarlos a vender a
precio de ganga, para beneficiar a Carlos Slim, argumentando el rescate de la
zona.
Con
el apoyo del mandatario estatal, Carlos Slim fue designado, el 27 de febrero
pasado, presidente del Consejo Consultivo para el rescate del Acapulco
tradicional. El acto se desarrolló en el hotel Boca Chica, construido en los
años 50, hospedería que meses antes adquirió el millonario d origen libanés.
De
acuerdo con el proyecto que esbozaron aquel día, el rescate de la zona incluye
la recuperación de espacios públicos, mejoramiento de acceso a playas y áreas
que dividen la franja de arena de la Costera; instalación de aulas digitales,
así como la construcción de una ciclopista, una cineteca, un museo marino
interactivo y una plaza pública, en un programa que será ejecutado en el corto,
mediano y largo plazo.
La
secretaria de Turismo, Gloria Guevara, presente en el acto pese a que meses
atrás la nombraron persona non grata por haberse llevado el Tianguis Turístico
de Acapulco, comentó que el proyecto es diseñado por el Fondo Nacional de
Turismo (Fonatur), será el que reimpulsará la zona.
La
funcionaria destacó que si se llevan a cabo las recomendaciones y los 31
lineamientos de acción para rescatar el Acapulco tradicional, esto permitirá
tener una buena afluencia turística, aumentar la ocupación hotelera 30%, que
deje una derrama de más de 4 mil 600 millones de pesos, divisas por 55 millones
de dólares y la creación de seis mil empleos.
Habrá
buenas ganancias con este proyecto ¿no?
Pues
bien, Carlos Slim no quiere dejar pasar la oportunidad. Los que saben de negocios
aseguran que al millonario le interesa adquirir también los hoteles Flamingos y
Caleta, así como varias propiedades deterioradas que no han podido rehabilitar
sus propietarios y concesionarios por la falta de ingresos, entre las que se
cuenta el islote que actualmente ocupa el Mágico Mundo Marino.
Si
esto ocurre, las ganancias turísticas generadas por la derrama económica que
proyectó Gloria Guevara serían para el corporativo de Carlos Slim quien además
tiene en mente el ambicioso proyecto de una flotilla de taxis marítimos que
presten servicio de Caleta a la Base Naval.
Claro que el viejo Acapulco tiene futuro, sobretodo
porque cuenta con todos los elementos para vender mediante la estrategia retro
que se
fundamenta en retomar productos, servicios, moda, conceptos, y diseños que tuvieron
un ciclo de ventas exitoso para replantearlo en un entorno actual.
Bajo
esta premisa ya opera el hotel Boca Chica, creado en la década de los cincuenta
y que ha sido sometido a un trabajo de restauración para preservar su diseño
original con el objetivo de combinar
entre la arquitectura moderna de mediados del siglo XX creando un espacio chic,
juvenil y muy sexy, para no sólo impactar a los viejos clientes sino también a las
nuevas generaciones enriqueciendo los espacios con adecuaciones tecnológicas,
de color y de forma para llegar a nuevos
mercados.
Con la estrategia retro en el viejo Acapulco, Carlos
Slim busca
impactar al segmento más cercano, que por edad y capacidad económica, es más
susceptible de retomar y revivir ese periodo que genera remembranzas de un pasado
cercano o lejano.
Por
ello su interés en los hoteles Caleta y Flamingos, porque ahí hay una
oportunidad de negocios en el mercado turístico que gusta retomar productos y
servicios de las décadas de los 60, 70 y 80. Además podría desarrollar una zona
de departamentos de alta plusvalía en los inmuebles deteriorados que llegue a
comprar a precio de ganga con la ayuda del gobernador Aguirre.
En
una siguiente entrega, abordaremos la historia de los hoteles emblemáticos del
viejo Acapulco que fue escondite de la pandilla de Hollywood.
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