El
Conservador Peña Nieto
DEL
PRI AL PCI
Por
Rodrigo Huerta Pegueros*
No es posible (bueno, creo que sí) que el Partido
Revolucionario Institucional (PRI) haya decidido postular a un candidato a la
presidencia de la República—como Enrique Peña Nieto—que niega no solo la
ideología que han asumido postular todos los tricolores, sino que también
reniega de los hombres y mujeres que desde
el año de 1929 le dieron a este instituto político la fuerza y la vitalidad para
ostentar el poder público durante más de siete décadas continuas.
Ni siquiera los neoliberales
que tomaron por asalto al partido y el poder presidencial a principios de los
años ochentas tuvieron el valor ni la decisión de negar su pasado y por lo
tanto ni el nacionalismo
revolucionario—del que fueron herederos—ni el liberalismo social que se impulsó
a mediados de la década de los ochentas y que se mantuvo hasta el cambio de su
declaración de principios cuando asumen su nueva ideología la social democracia.
Enrique Peña Nieto no se asumió
como conservador tras
bambalinas o en una entrevista banquetera, sino que lo hizo a nivel nacional, a
través de las pantallas chicas de la televisión abierta nacional, cuando en el
programa del Tercer Grado, el
periodista Joaquín López Dóriga le
cuestionó su ideología.
‘’Sí, soy conservador’’, afirmó ufano, sin parpadear y con
firmeza sublime el abanderado del tricolor.
No solo se dijo conservador sino
que demostró serlo y se pronunció en contra de que las mujeres puedan ejercer
su libertad para abortar, ni
tampoco estuvo a favor de las bodas entre personas del mismo sexo, aunque se
manifestó respetuoso de las leyes aprobadas y que le mandatan lo contrario a
sus creencias y convicciones.
Luego entonces, Peña Nieto no
está a favor de que se amplíen las libertades en este país y por lo tanto se
debe archivar el tema de la despenalización
de las drogas si resulta ganador en la contienda electoral del primero
de julio próximo. Por mas que quieran decirlo, Peña Nieto no es liberal y por
ello los próximos seis años se restringirán las libertades o cuando menos no
avanzarán las propuestas para hacer de este México un país igualitario.
Lo que si mostró y demostró
Peña Nieto fue una decisión de utilizar al ejército para que combata al crimen
organizado, sin decir (hasta ahora) en que será diferente su estrategia de
seguridad con la que hoy aplica el presidente de la República, Felipe Calderón
Hinojosa.
Tal parece que el Partido de
Acción Nacional (PAN) seguirá en el poder pues el abanderado del PRI es
ideológicamente afín a la democracia
cristiana.
No debemos olvidar su biografía
y sus afinidades durante sus años mozos cuando ejerció como monaguillo o acólito.
Y si esto es así, cabe
preguntarnos si el PRI seguirá siendo Revolucionario
o también, como en los viejos tiempos, habrán de cambiar su sigla central de R (revolucionario) por la C (de conservador); de otra
manera no se entenderá quien en realidad gobernará este país, el PRI o Peña
Nieto.
Se les ha de caer la cabeza de
vergüenza a los políticos priistas que voz en cuello han gritado desde siempre
ser revolucionarios, liberales, nacionalistas, de vanguardia y progresistas.
Ya no digamos que se van a
rasgar las vestiduras los del pasado, pues a estos ya les dijo Peña Nieto que
ni los ve ni los oye y por lo tanto ha marcado su raya y ha roto con el pasado
distante y el pasado reciente.
Durante la entrevista que dio a
los que realizan el programa de análisis semanal en Televisa, Enrique Peña
Nieto se mostró incómodo y en ocasiones irracional y altanero.
De entrada se declaró
pertenecer a ‘’una nueva clase de la
cultura democrática’’ y se deslindó de cualquier personaje que pudiera
gravitar en sus decisiones como fue el caso del ex presidente Carlos Salinas de
Gortari, aunque no se deslindó ni de Humberto Moreira, ex gobernador de
Coahuila y quien está acusado de un endeudamiento multimillonario con papeles
apócrifos en contra del gobierno estatal, así como tampoco lo hizo con la
lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba
Esther Gordillo como tampoco logró tomar distancia con el controvertido político
y empresario Jorge Hank Rhon, mucho menos lo hizo de Arturo Montiel, ex
gobernador del estado de México y quien lo catapultó para ser su sucesor en
dicha entidad.
Del único personaje
controvertido del PRI del cual se deslindó totalmente fue del ex gobernador de
Tamaulipas, Tomás Yarrington de quien dijo que su actuación lastima al partido al
ser señalado como cómplice del crimen organizado.
Enrique Peña Nieto mostró su
verdadero rostro, no pudo evitarlo: Oportunista y acomodaticio.
Si tenía alguna estrategia de defensa durante
el programa de televisión esta se le esfumó o extravió ante el cúmulo de
preguntas de diversa índole que le hicieron. Lo que se vió en la pantalla chica
es que a Peña Nieto se le perdió el guión y tuvo que responder a bote pronto y
como se sabe, no es muy ducho en estas cuestiones aunque habrá que decirlo no
mostró un ápice de humildad ni de ser condescendiente con quienes están en
desgracia..
Reiteradamente se dijo
demócrata, tolerante y plural, pero sus actitudes negaron lo dicho. No le gusta
la confrontación—ni de ideas—y todo lo ve como una provocación. Luego entonces,
si asume la presidencia, todos los manifestantes serán provocadores y como
tiene el poder de la fuerza pública hará uso de esta como lo hizo en el caso
Atenco que tanto le recordaron los universitarios de la Ibero.
Lo que si respondió
abiertamente y sin dilación fue a la pregunta de que si pondrá a un civil en
las secretarías de la defensa nacional y de marina. Indicó que no hará cambios
al respecto para que las titularidades de las Secretarías de Marina y de la
Defensa Nacional sean ocupadas por un civil y se salió por la tangente al
afirmar que no se requiere tal figura ya que el presidente de la República,
quien se asume como jefe supremo de las fuerzas armadas del país, es un civil.
(Cabe reconocer que en esta
misma posición está el candidato de las ‘izquierdas’
Andrés Manuel López Obrador).
Y la edición especial del Tercer Grado que ha recibido ya la
visita de los candidatos presidenciales Josefina Vázquez Mota del PAN y Enrique
Peña Nieto del PRI, tendrá en dos semanas más la presencia del candidato de las
‘izquierdas’, Andrés Manuel López
Obrador y finalmente en 15 días mas al candidato del Partido Nueva Alianza,
Gabriel Quadri de la Torre.
Como colorario de esta entrevista,
cabe señalar que al igual y como lo dice en uno de sus comentario el politólogo
guerrerense, Baltazar Hernández Gómez, los periodistas de Televisa y de Milenio Diario
se vieron en su papel de cuestionadores no de aplaudidores ni de comparsas del
candidato tricolor para ver si así pueden recuperar algo de la confianza
perdida ante la mala actuación que tuvieron al descalificar el movimiento
estudiantil que se ha expandido en las últimas semanas y que tuvo su origen en
la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México.
Pero no hay que olvidar que
esta actitud de los reporteros de Televisa y de Milenio Diario fue el resultado
del jalón de orejas que les propinó el dueño del consorcio, Emilio Azcárraga Jean
quien declaró que Televisa puede equivocarse pero puede corregir errores.
¿Escucharon….....?
Los jóvenes, los viejos, los
niños, nadie quiere escuchar que le digan mentiras o que le quieran cambiar la
realidad.
Periodista/Analista
Político*
observar@gmail.com
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