CONTEXTO
POLÍTICO
Bernardo Ortega, candidato del PRD en el
distrito XXIV
Por Efraín
Flores Iglesias
El
Consejo Estatal del PRD, que es el máximo órgano de dirección de dicho
instituto político, decidió hace un par de días quienes serán los candidatos en
los 28 distritos locales y quienes contenderán en los 81 municipios como
candidatos a alcaldes. Por lo tanto, el proceso interno para elegir al
candidato a diputado por el XXIV distrito local (antes distrito II), ha concluido.
El
ex alcalde de Quechultenango y ex diputado local en la LVIII Legislatura, Bernardo Ortega Jiménez es el que
competirá contra el abanderado que el PRI impuso a sus militantes, Óscar Alberto López Sánchez.
El
regidor con licencia del Municipio de Tixtla y ex funcionario estatal, Hossein Nabor Guillén, compitió en la
elección interna. En esta ocasión la coyuntura no le fue favorable, pero es un
político joven y bien intencionado, que tiene futuro en las filas del sol
azteca. Sólo es cuestión que siga consolidando su estructura para que en tres
años pueda ser el candidato por el distrito XXIV o también candidato a la
alcaldía de Tixtla.
Ortega Jiménez es un cuadro muy valioso del sol
azteca desde hace varios años. Su carrera política la ha realizado siempre cerca
de la gente. Y fue en
Quechultenango –su municipio natal– donde demostró que el PRI no es invencible,
que si se le puede ganar aunque esté en el gobierno. En el año 2002, sus
paisanos le dieron la oportunidad de gobernar esa tierra noble. Tres años
después decidió participar como candidato del II distrito local, obteniendo el
triunfo en los 4 municipios que en ese entonces conformaban dicha demarcación
(Tixtla, Quechultenango, Mochitlán y Mártir de Cuilapan).
El 15 de noviembre de 2008 rindió protesta como
integrante de la LVIII legislatura y días después fue electo Presidente de la
Comisión de Evaluación y Vigilancia de la Auditoría General del Estado (AGE).
En
la elección de octubre de 2008, los ciudadanos decidieron darle el voto de
castigo al sol azteca, luego del pésimo gobierno que ejerció Zeferino Torreblanca Galindo. Desde
luego que eso ocurrió en toda la entidad.
El
PRI fue favorecido. Entre los candidatos que salieron favorecidos en ese año
fueron Jorge Luis Campos Espíritu,
quien compitió por la alcaldía de Tixtla, y Rubén Valenzo Cantor, que ganó el distrito II, a pesar de no contar
con una sólida estructura.
Pasaron
meses y los habitantes del distrito II se desilusionaron muy pronto, ya que
Valenzo Cantor no atendió las demandas de sus representados ni mucho menos se
fue a parar en los 4 municipios para defender a los campesinos en las
irregularidades que cometieron algunos alcaldes en el manejo del fertilizante,
como por ejemplo Campos Espíritu, en Tixtla.
Para
ese entonces, Ortega Jiménez se dedicó de lleno a realizar gestoría para su
municipio.
LA REDISTRITACIÓN QUE REALIZÓ EL IEEG.- El año pasado, el Instituto Electoral del Estado de
Guerrero (IIEG) decidió modificar el mapa electoral, al aplicar la
redistritación. El distrito local con cabecera en Tixtla, pasó a ser distrito
XXIV y se incorporó un municipio más: Zitlala.
El
panorama electoral se alteró también.
EL PROYECTO SE CONSUMÓ.- En un inicio tenía contemplado competir de nueva
cuenta por la alcaldía de Quechultenango, pero varios liderazgos de Tixtla, de
Apango y Mochitlán lo animaron a participar como candidato por el distrito
XXIV.
Luego
de analizar el escenario político, Bernardo Ortega decidió contender en la
elección interna de su partido. Y hasta hace pocos días, el Consejo Estatal del
PRD lo avaló como candidato para competir en la elección del 1 de julio.
Queda
claro que él es el que garantiza una victoria para su partido. Y, así aportar
buenos votos a la campaña de AMLO en Guerrero.
AMLO SE VA A LA
CHINGADA
Luego de las
intensas actividades que ha realizado desde el 30 de marzo –fecha que arrancó
su campaña por la presidencia de la República–, Andrés Manuel López Obrador
decidió irse a La Chingada (rancho de
su propiedad que se encuetra situado en Palenque, Chiapas) para tomar un
descanso, luego que la Semana Santa se atravesó en pleno proceso electoral.
Todo
esto se supo, ya que el pasado jueves a através de su cuenta en Twitter
escribió: “A quien corresponda: frente a
mi casa en Palenque hay policías. Con todo respeto les pido que mejor se ocupen
de la seguridad de la gente”. Esto lo dijo no para quejarse de que estaba
siendo intimidado, sino porque no considera como su prioridad el que la policía
lo resguarde a él, ya que los ciudadanos son los que necesitan la vigilancia de
la policía.
El
rancho “La Chingada” está ubicado casi a la entrada de la cabecera municipal de
Palenque, en el tramo carretero Pakal-Ná-Palenque, enfrente de la Unión
Ganadera Regional de Catazajá.
Hace
casi dos meses el tabasqueño ante empresarios del sector inmoviliario, les dio
una gran confesión: que si no gana las elecciones del 1 de julio se irá a “la
chingada”, pero pocos sabían que se refería a un rancho.
Hubo
quienes –incluso, un servidor– que se imaginaron que se iba muy lejos…
El
Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo
Ebrard Casaubón llegó a decir ante los medios que “AMLO no necesitaba ir
tan lejos, que con ir a su casa, era suficiente”.
Lo
importante es que todo quedó aclarado y de esa forma no se siguiera pensando o
imaginando lo peor.
López
Obrador es un político que ha demostrado fortaleza y perseverancia desde el año
2006. Todavía está a tiempo para crecer en las encuestas y mandar a la
chingada, perdón, a su rancho de Palenque, a sus adversarios de la derecha
reaccionaria. Pero eso depende de las estrategias que aplique su equipo de
campaña. Veremos, diría el ciego.
Comentarios:
efrain_flores_iglesias@hotmail.com
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