GUANAJUATO (www.libertadguerrero.net).-Aunque en
un principio la convocatoria de la valla humana fue abierta sólo para jóvenes,
doña Guadalupe estuvo ahí para ver al Papa Benedicto XVI. “Yo no me siento como
para no poder estar aquí”, platicó la señora de 57 años a la espera del
papamóvil.
Guadalupe nunca se imaginó que el Papa estaría
en su ciudad, mucho menos que lo podría ver de cerca, pero cuando le avisaron
que estaba acreditada para formar parte de las valla, la emoción la invadió.
Para Guadalupe la noche fue eterna, no durmió
bien y los nervios la consumían, incluso en los ratos que dormitaba tuvo un
sueño en el que se le hacía tarde para llegar a la valla.
Sus hijos no la dejaban ir, recuerda doña Lupe.
Ellos trataron de convencerla de que no formara parte de la valla, “Yo lo que
quería era estar aquí para verlo de cerquita”, exclamó la señora.
Su día comenzó a las seis de la mañana y un
pequeño refrigerio suficiente para que emprendiera una caminata desde la
parroquia de Cerrito de Jerez, al bulevar López Mateos frente a centro Max.
Doña Lupe, continúa a la espera a unas horas de
ver al Papa.
Ella está lista para ver al representante de
Cristo en la tierra y aunque no trae cámara para guardar el momento con una
fotografía, dice que vale más el recuerdo en su mente que le durará toda la
vida.
Por: Milenio
Marzo/23/2012
www.libertadguerrero.net
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