La ANUIES cuenta con
cifras y datos que prueban la presencia del crimen organizado y el narcotráfico
en los centros de estudios superiores del país, por lo que distribuye su manual
de seguridad
CIUDAD
DE MÉXICO (www.libertadguerrero.net).- El 31 de mayo de 2010, la Asociación
Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES)
anunció que un grupo de rectores diseñaría un manual de seguridad por los
problemas de secuestro, robo con violencia y sin ella, amenaza de artefactos
explosivos, creciente consumo de drogas y alcohol, abuso sexual, amenazas y
extorsiones que ya se vivían dentro y en los alrededores de los campus
universitarios.
La
inseguridad y el crimen organizado ya golpeaban severamente a las instituciones
educativas, pero el detonante de la alerta generalizada fue el fallecimiento de
Jorge A. Mercado y Javier F. Arredondo, dos estudiantes de posgrado del
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), el 19 de
marzo de 2010 durante un enfrentamiento entre miembros del Ejército mexicano y
presuntos narcotraficantes en la capital de Nuevo León.
La
urgencia de contar con un manual de seguridad se aceleró ante los crecientes
asaltos y las extorsiones, robos de vehículo, intimidaciones y el alto consumo
de drogas y de alcohol dentro de los centros educativos. En las universidades
de Tampico-Madero, por ejemplo, ante el creciente problema de secuestros, se
obligó a los estudiantes de Medicina a no vestir de blanco ni traer sus batas,
porque corrían el riesgo de ser plagiados por organizaciones criminales.
Los
incidentes se multiplicaban aquí y allá, pero los graves acontecimientos de
agosto de 2011 obligaron a los rectores universitarios a prender otra vez los
focos rojos.
El
ocho de agosto de ese año, en el campus Atizapán del ITESM, en el Estado de
México, explotó un paquete bomba que ocasionó heridas a dos maestros. Las
universidades de Morelos, Guanajuato, Guadalajara, San Luis Potosí, Hidalgo y
Nuevo León reforzaron las medidas de seguridad y apostaron por una exhaustiva
credencialización de alumnos.
El
rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Ancer Rodríguez, comentó que
por lo menos se registra un asalto al día a estudiantes y personal en los
alrededores de ese centro de estudios.
El
nueve de agosto, en el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del
Instituto Politécnico Nacional, se encontró un paquete sospechoso de contener
explosivos, pero finalmente resultaron ser libros.
No
obstante, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José
Narro, dijo que los dos hechos anteriores obligaban a reforzar las medidas de
seguridad en las instalaciones de educación media superior, superior y de posgrado.
El
27 de agosto se conoció una amenaza de bomba en la Universidad Politécnica de
Pachuca; el 28 de septiembre y el siete de octubre, la Universidad Autónoma de
Tamaulipas tuvo que ser desalojada por amenaza de bomba, situación que también
se presentó en el Instituto Tecnológico de Ciudad Madero, también en
Tamaulipas, el 20 de octubre del mismo año.
La
propuesta del manual de la ANUIES se enmarca en este contexto, afirma a M
Semanal el director del Departamento de Derecho del ITESM, campus Toluca,
Arturo Argente, quien calificó de preocupante que, de acuerdo con cifras
oficiales, el consumo de drogas entre adolescentes se haya incrementado de 14 a
18.3 por ciento en los últimos cuatro años, sobre todo de inhalantes,
marihuana, cocaína y metanfetaminas, drogas de bajo precio y fáciles de
adquirir debido a la extensa y creciente red de narcomenudeo.
De
acuerdo con el documento de resultados del "Primer Diagnóstico sobre
Inseguridad al Interior de las Instalaciones de la UNAM", realizado por un
grupo de estudiantes universitarios que prefirieron el anonimato, 40 por ciento
de los encuestados afirma sentirse "inseguro" dentro de las
instalaciones universitarias. Los principales delitos que se comenten en ellas
son: robo, venta y consumo de drogas, extorsión, venta de calificaciones,
agresión sexual y secuestro.
También
señala que el delito con mayor crecimiento e impunidad es la venta y consumo de
drogas, fundamentalmente en los planteles de la Ciudad Universitaria. Los
campus con mayor venta y consumo de alcohol son la Facultad de Estudios
Superiores (FES) de Acatlán, el Colegio de Ciencias Humanidades de Vallejo y la
FES de Iztacala. El documento advierte: "Se percibe (que los grupos
delincuenciales) que podrían tener confrontaciones por la supremacía en la
periferia e instalaciones de la UNAM son los cárteles de la droga".
Eruviel
Tirado, coordinador del diplomado Seguridad Nacional en la Universidad
Iberoamericana, dijo a Universia México que las autoridades universitarias
comenzaron a reaccionar ante el clima de violencia e inseguridad que impera en
el país, y que por eso el "Manual de Seguridad para Instituciones de
Educación Superior: estrategias para la prevención y atención", de la
ANUIES, menciona que la inseguridad ha mostrado la fragilidad y la
vulnerabilidad de los espacios educativos de nivel básico, medio superior y
superior.
"La
creación de este manual evidenció la delicadeza del problema que ahora
enfrentan las instituciones de educación superior, al elaborar una propuesta
que incluye protocolos y simulacros ante situaciones como secuestros,
enfrentamientos con armas de fuego, presencia de la policía dentro de las
instituciones, narcomenudeo, violaciones y amenazas de la existencia de
artefactos explosivos", dijo; señaló además que se incluye una especie de
"cláusula" a la autonomía de las universidades que la invalida ante
una situación en la cual se "comprometa la integridad física o psicológica
de la comunidad universitaria".
Tirado
comentó que este manual es una herramienta que puede ayudar a organizar y
operar de forma más eficiente las medidas de seguridad que se llevan a cabo en
las instituciones, junto con otras acciones como el manejo de un sistema de
credencialización, contar con personal de seguridad capacitado, mantener el
control de los accesos y salidas, y manejar de manera eficiente los sistemas de
comunicación interna y de vigilancia electrónica.
ANTIDOPING CON AUTORIZACIÓN
Argente
también apuntó que la propuesta de la ANUIES de aplicar antidoping al
estudiantado es una respuesta al creciente consumo de drogas entre los
adolescentes, y que deberá servir de complemento a los programas oficiales de
prevención de adicciones.
Precisó
que de ponerse en práctica la sugerencia de la ANUIES, los exámenes antidoping
deberán realizarse con la anuencia del propio alumno o de los padres de
familia, pues de lo contrario se estará incurriendo en una violación a la
privacidad y a la presunción de inocencia. "Deberá tenerse cuidado para
que esta acción en contra de las adicciones no se convierta en un arma
represora o violatoria de los derechos humanos".
El
catedrático e investigador consideró que esta medida destinada a inhibir el
consumo de drogas entre los estudiantes, deberá estar dirigida a sancionar
fundamentalmente a los involucrados en el narcotráfico, mientras que a los
consumidores detectados se les deberá someter a tratamiento, siempre bajo
estricta confidencialidad.
Argente
insistió en que el principal problema que alienta el creciente consumo de
drogas es la ampliación de las redes del narcotráfico, que ya actúan en
esquinas, calles y planteles educativos, lo que obliga a reforzar acciones de
vigilancia, sobre todo en las áreas o sitios donde más concurren los
adolescentes.
Alfonso
Bouzas, catedrático en Derecho de la UNAM, subrayó que ante el fracaso en la
guerra contra el narcotráfico, que además de miles de muertos ha extendido la
red de venta de enervantes, instituciones académicas privadas han tenido que
recurrir a esa clase de acciones para evitar que se continúe envenenando a los
adolescentes.
Lo
lamentable, subrayó, es que mientras no se pueda desmembrar a las redes del
narcotráfico, muchos tipos de droga continuarán llegando a la juventud, la cual
representa ganancias multimillonarias para la delincuencia.
Bouzas
también calificó de incongruente que el gobierno federal asegure que se avanza
en la desintegración de los cárteles de la droga, mientras que, al mismo
tiempo, el propio Consejo Nacional contra las Adicciones señala que la
prevalencia en el consumo, principalmente de drogas como la cocaína y
marihuana, aumentó de 0.4 a 1.4 por ciento de la población en los últimos
cuatro años, lo que significa un millón de nuevos consumidores.
LOS
DATOS
Informes
de la Secretaria de Seguridad Pública federal (SSP) revelan que en los últimos
años el consumo de marihuana creció de 3.5 a 4.4 por ciento, en tanto que el de
cocaína aumentó de 1.2 a 2.5 por ciento, como consecuencia de una elevada
oferta de dosis con costo promedio de 25 pesos.
En
el reporte correspondiente a 2010, señala que el mayor riesgo de convertirse en
adicto se presenta entre los jóvenes de 12 a 25 años, a quienes recurrentemente
se les ofrece droga. De los escolapios en ese rango de edad, 25 por ciento aceptó
que cuando menos una vez le han ofrecido marihuana, cocaína o metanfetaminas,
incluso de forma gratuita o regalada.
De
acuerdo a la SSP, el mercado de las drogas al menudeo en México representa más
de 13 mil millones de pesos anuales, que se traducen en la venta de alrededor
de seis mil 760 millones de dosis de 25 pesos cada una.
Ante
ello, la ANUIES distribuyó entre sus afiliados su manual de seguridad, donde se
sugiere realizar exámenes antidoping entre los alumnos, con la
advertencia que en caso de que la medida sea rechazada se procederá a aplicar
sanciones que van desde como la suspensión académica temporal hasta la baja
definitiva. Todo ello será discutido en Campeche el 16 de marzo.
Fuente: Milenio
Marzo/14/2012
www.libertadguerrero.net
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