CONTEXTO POLÍTICO
Por Efraín Flores Iglesias
Los que piensan que la
fotografía del 30 de enero se va a volver a repetir en el municipio de Acapulco
para las elecciones del próximo año, son sin lugar a dudas, los mismos
soberbios y engreídos que pensaron que Luis
Walton Aburto iba a ganar la elección de hace tres años, cuando
sus competidores eran Gloria
Sierra López del PRD y Manuel
Añorve Baños del PRI. Las encuestas daban al empresario
gasolinero el primer lugar, de eso no queda duda. Pero el empresario se confió
demasiado y nunca se imaginó que Manuel Añorve iba a crecer en las encuestas.
Hasta la fecha no todos
se explican del porqué el priísta logró recuperar para su partido la alcaldía
porteña. Hay varios factores que hicieron posible el retorno del PRI en Acapulco. Vayamos
por partes.
1.-EL
PRD SE DIVIDIÓ EN TRES. Algunos dirigentes
arroparon a la zeferinista
Gloria Sierra; los más radicales se fueron a respaldar al ultraderechista Luis
Walton; y los que no quisieron seguir siendo parte de la farsa izquierdista,
sin pensarlo mucho le dieron su voto de confianza a Añorve.
2.-
EL FACTOR CÉSAR FLORES. A
pesar de que algunos sectores del PRD le trataron de cerrar las puertas e
impedirle a la vez, ser el candidato a diputado federal del distrito federal 09
de la alianza “Por el bien
de todos, Primero los pobres” (PRD, PT y Convergencia) en el año
2006, César Flores
Maldonado se impuso con la estructura que él mismo ha dirigido
desde hace más de 15 años. Llegó a ser diputado federal sin el apoyo de los
líderes radicales de la izquierda acapulqueña. Y fue así como logró consolidar
su imagen, pues él no se fue a dormir en su curul que tenía en San Lázaro. Su
presencia en el puerto fue palpable y, de hecho, lo sigue siendo. Cuando llegó
el momento de definir al abanderado del sol azteca para competir y retener la
alcaldía que desde 9 años venían encabezando, desde Casa Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo
maniobró para impedir a que Flores Maldonado fuera el candidato, y para ello
mandó a Gloria Sierra. El apoyo oficial para favorecer el proyecto de la zeferinista, fue evidente,
y sólo así Gloria Sierra logró ganar la elección interna con 21 mil votos sobre
los más de 19 mil de Flores Maldonado. Esa elección interna fue muy
cuestionada.
Dos semanas antes de
desarrollarse la jornada electoral, de manera inesperada Flores Maldonado
apareció en un acto proselitista de Manuel Añorve, en donde por cierto, todos
los que lo respaldaron en su intento de ser el abanderado del sol azteca se
sumaron a la campaña del candidato del PRI. Fue entonces que el tricolor subió
en las encuestas, hasta alcanzar al engreído de Luis Walton, quien ya se sentía
el gobernante de Acapulco. “Del
plato a la boca se cae la sopa”, reza un dicho popular, y fue
lo que le pasó al abanderado de Convergencia al ignorar al entonces diputado
federal del PRD.
3.-LA
PÉSIMA GESTIÓN DE FÉLIX SALGADO. El oriundo de Las
Querendas, municipio de Pungarabato (Ciudad Altamirano)
contribuyó en gran medida en que el PRD perdiera la elección en octubre de
2008. Y aunque el ex rector de la UAG, Florentino
Cruz Ramírez –su amigo y colaborador en la alcaldía– se sumó a
la candidatura de Luis Walton, lo cierto es que no le aportó los suficientes
votos para ganar la elección. Era evidente que Cruz Ramírez era sólo el
instrumento de Félix
Salgado Macedonio para destruir al PRD de Acapulco y más que
nada, desquitarse contra Zeferino Torreblanca por dejarlo solo con el paquete
de la inseguridad en el municipio. La pésima gestión del calentano fue la tumba del PRD. Y por
más que quiso ayudarle al soberbio empresario gasolinero, nomás no pudo detener
el regreso del PRI en el ayuntamiento.
Manuel Añorve llega a
gobernar Acapulco el 1 de enero de 2009, y era claro que la anterior
administración le había heredado muchos problemas. La CAPAMA quedó en bancarrota;
el incremento de la inseguridad y las obras de mala calidad, no se podían
resolver de la noche a la mañana.
En seis años –de nueve
que gobernó el PRD– se truncó el desarrollo de Acapulco, y lo malo, es que los
que llevaron al puerto a la involución, ahora quieren regresar de nuevo a la
alcaldía. Los que apoyan a Luis Walton en su sueño eterno de gobernar Acapulco, son
los que estuvieron en las administraciones de Alberto López Rosas y de Félix
Salgado.
Acapulco necesita a un
gobernante que no sea soberbio ni intolerante. El sucesor de Manuel Añorve debe
ser alguien que conozca la problemática no solamente del puerto, sino también
de las colonias de la periferia y de las comunidades, y sobre todo, debe ser el
que garantice la solución de esos problemas.
Si el PRI quiere seguir
gobernando Acapulco, debe de postular a un candidato que sí tenga arraigo con
la gente; un candidato que no se confronte con el electorado y que proyecte
confianza. Manuel Añorve está obligado a no inclinarse públicamente a favor de
nadie, si es que quiere que su partido retenga la alcaldía.
Comentarios: efrain_flores_iglesias@hotmail.com
Septiembre/08/2011/
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