Palabras Mayores
Congreso del Estado oculta sospechoso uso del presupuesto
Por Jorge Romero Rendón
Congreso del Estado oculta sospechoso uso del presupuesto
Por Jorge Romero Rendón
El estado de Guerrero sufre uno de los más ineficientes poderes legislativos que hay en México: nuestro Congreso local es el 4° con mayor número de diputados y el 7° más caro del país; pero también es uno de los que menos leyes producen, y uno de los que más ocultan la información sobre el uso que le dan al presupuesto que tienen a su disposición.
Lo que sucede con nuestros diputados locales es toda una paradoja, porque con 46 legisladores integra una de las cámaras con mayor exceso de curules, muchas más que estados más grandes, como Chihuahua o Durango; o con mayor población y actividad económica, como Nuevo León, Michoacán; y solo lo superan en número de diputados el Distrito Federal, Estado de México y Veracruz. Pero aquí es donde menos se trabaja.
En lo que se refiere a su presupuesto, el Congreso de Guerrero oculta su monto, ya que ni su página oficial de Internet ni en documento oficial de acceso público alguno se consigna ese dato. Solo se sabe a través del Presupuesto de Egresos que este año recibe un total de 369 millones, 488 mil 300 pesos, con lo que es uno de los más caros del país. Sólo cuentan con más recursos sus homólogos del DF, Jalisco, Edomex, Veracruz, Michoacán y Baja California.
Nada más para que se dé una idea, el Congreso de Guerrero supera por más de 100 millones de pesos de presupuesto al de Nuevo León, es el doble que el de Coahuila y el triple que el de Tamaulipas o Puebla. ¿Para qué quieren tanto dinero nuestros diputados, si su labor principal –hacer leyes- no trasciende?
Hay que recordar que, según datos oficiales difundidos en abril pasado, la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, la panista Irma Garzón Bernal reconoció que más de 35 iniciativas de reformas o adiciones a la Constitución del Estado, aprobadas por las legislaturas LVIII y LIX –la actual- no han podido ponerse en vigor porque la mayoría de los ayuntamientos no se han pronunciado sobre ellas. Es decir, que más allá de la falta de interés de los gobiernos municipales, no ha habido ningún cabildeo ni medida alguna de los diputados en apoyo a las leyes que aprueban, quedando sin efecto desde hace años.
Además del rezago legislativo, que según la diputada priista, Guadalupe Gómez Maganda, ha llegado a cotas de hasta el 85%, lo que no significa otra cosa que los legisladores de Guerrero no trabajan y se dedican solo a la grilla, por lo que a la sociedad no le sirven para nada.
Falta de Transparencia oculta sospechoso uso de recursos…
De acuerdo con los datos difundidos en un reportaje publicado el pasado 18 de septiembre en el diario nacional El Universal sobre la transparencia en los congresos estatales –y corroborados por esta Columna en el caso del de Guerrero-, resulta que la actual LIX Legislatura guerrerense es una de las menos transparentes en el país, en la medida en que oculta información sobre uso de recursos públicos y sobre su propia actividad institucional, “trabajando con una opacidad que implica un desprecio desmedido hacia los ciudadanos”.
De acuerdo con ese reportaje, el Congreso de Guerrero –en el que se han repartido el pastel del presupuesto lo mismo el PRD con Faustino Soto que el PRI con Héctor Vicario- oculta por completo la información sobre su presupuesto, lo mismo que el desglose del gasto, por lo que no se sabe en qué se gasta el dinero, datos que deberían estar disponibles en la página de internet oficial, como mandata la ley. Pero también como un deseable ejercicio de transparencia, producto de la “normalidad democrática” en que vivimos.
Faustino Soto, con la complicidad de los representantes de los otros partidos que integran la Comisión de Gobierno, ocultan también la información sobre los resultados de las auditorías aplicadas al Congreso, así como los salarios y demás gastos que forman la dieta de los diputados; la nómina de sus empleados –sobre todo de sus allegados o “asesores”-; así como el monto y los conceptos de los gastos oficiales del Legislativo y lo que se le paga a los legisladores por otros rubros como gastos de representación, viáticos, telefonía, choferes, comisiones, etc.
Vamos, ni siquiera se lleva un registro de la asistencia y de la productividad de los diputados, como sí se hace en el Senado de la República y en el Congreso de la Unión. El dato sobre los sueldos de los diputados sí se difunde en todo el país, excepto en Guerrero y en Jalisco.
Este tipo de información, lo mismo que los datos sobre su labor propiamente legislativa, deberían difundirse en los medios oficiales del Congreso, tal como se establece en los parámetros de la Unión Interparlamentaria, un organismo que agrupa a 266 parlamentos democráticos del mundo, y que establece un conjunto de 106 indicadores mínimos que las cámaras de diputados deben difundir con plena transparencia y accesibilidad. De esos, el Congreso de Guerrero solo cumple con tres y uno a medias.
De manera que esa opacidad en el manejo que hacen Faustino Soto y sus compañeros de Legislatura –que en los hechos son cómplices- en el Congreso solo es un indicador de su desprecio por la ciudadanía, y deja un sospechoso tufo de malos manejos que al final están convirtiendo a nuestros diputados en nuevos ricos con ansias de más cargos… para seguirse apropiando de presupuestos con el pretexto de la democracia.
Correo electrónico: rendon59@gmail.com
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