CIUDAD DE MÉXICO.- La Jornada 2 de la Copa América trae el duelo
entre México y Perú, dos Selecciones Nacionales que suelen acaparar la atención
de la prensa, ya que ambas tienen algo en común: actos de indisciplina. Y es
que los escándalos por hacer fiestas en los hoteles de concentración, ingresar
bebidas alcohólicas, mujeres o simplemente salirse sin permiso por las noches
cuando se está representando a un combinado nacional, son situaciones que han
empañado recientemente a peruanos y mexicanos.
Incluso,
cuando el Tri se vio involucrado en el escándalo con mujeres en el hotel de
Monterrey, el pasado mes de septiembre del 2010, los peruanos ya habían vivido
una experiencia similar tres años atrás; desde entonces, estas escuadras
parecen enfrentarse en un duelo de indisciplinas, en donde el accionar del
partido es de ida y vuelta.
Fue
a fines del 2007, que tras empatar con Brasil en las eliminatorias para el
Mundial de Sudáfrica 2010 y estar a pocos días de jugar ante Ecuador en Quito,
la Selección Peruana armó una fiesta con alcohol y mujeres, aprovechando que el
técnico José del Solar había salido de viaje para recoger a un grupo de
jugadores que tenía entrenando en otro sitio. Claudio Pizarro, Santiago
Acasiete, Jefferson Farfán y Andrés Mendoza, columna vertebral de la “legión
extranjera” peruana, fueron suspendidos de manera indefinida luego de
confirmarse su indisciplina con información de los representantes del hotel; la
prensa de este país consideró que debido a estas bajas, el conjunto inca no
tuvo nivel para pelar por un cupo en la Copa del Mundo.
En
el 2008, México no se quedó atrás, cuando el arquero Oswaldo Sánchez después de
un juego amistoso fue detenido algunas horas por la policía de Chicago, luego
de ser acusado por hacer escándalo en el hotel de concentración. Se dijo
después que Oswaldo salió a poner orden por otros compañeros, pero para el caso
era lo mismo: las reglas volvían a quebrarse.
El
2009 fue un año tranquilo en el renglón disciplinario para ambos combinados,
pero en el 2010 comenzaron a desatarse indisciplinas que hasta en la actualidad
alcanzan a los planteles. Previo al Mundial de Sudáfrica 2010, los jugadores
mexicanos Cuauhtémoc Blanco y Efraín Juárez fueron captados en su habitación
hasta altas horas de la madrugada fumando e ingiriendo bebidas alcohólicas.
Lo
anterior ocurrió en mayo, y para agosto de ese mismo año, la red social
Facebook arrojó unas fotografías publicadas por dos mujeres, en las cuales
aparecían acompañadas por los futbolistas aztecas Francisco “Maza” Rodríguez,
Carlos Salcido, Ricardo Osorio, Jonathan dos Santos, Andrés Guardado y Héctor
Moreno, tanto en un automóvil como en una habitación, la cual resultó ser la
del hotel de concentración en Pasadena, luego de un duelo ante Nueva Zelanda.
Con
este escándalo no terminaron los dolores de cabeza para la Federación Mexicana
de Futbol en el 2010, ya que en septiembre vendría lo más fuerte, el acto de
indisciplina que resultó similar a lo efectuado por la Selección de Perú en el
2007. Y es que tras vencer a Colombia en el Estadio Universitario, 13 jugadores
del Tricolor organizaron una fiesta en su hotel de concentración en Monterrey,
ingresando mujeres y hasta a un homosexual a sus habitaciones, éste último
ligado al defensa Salcido. Se dijo que la fiesta fue bajo el concepto de noche
libre para los jugadores, pero la Femexfut dio marcha atrás asegurando no estar
al tanto de la actividad.
Los
sancionados fueron Carlos Vela, Efraín Juárez, Guillermo Ochoa, Francisco
Rodríguez, Carlos Salcido, Andrés Guardado, Gerardo Torrado, Pablo Barrera,
Giovani dos Santos, Javier Hernández, Rafael Márquez, Enrique Esqueda y Héctor
Moreno. México indicaba ser representativo de los escándalos a nivel
continental, pero en octubre 2010 de nuevo Perú alzó la mano, cuando sin
importar la derrota sufrida ante Panamá, varios seleccionados, entre ellos
Reimond Manco y John Galliquio, se salieron de la concentración para irse de
fiesta, donde se les vio con mujeres y bebiendo alcohol las 4:30 de la
madrugada, a pesar de que tenían que estar en el aeropuerto de Tocumen para
viajar a las 7:30 de la mañana.
Terminó
el 2010, pero no así las indisciplinas, ni para Perú, ni para México e
iniciando el 2011, la selección sudamericana en su categoría Sub-20 fue
criticada por sus festejos de fin de año en medio de la concentración en un
hotel de Arequipa. El periódico Perú 21 habló de excesos del plantel bebiendo
entre seis y siete cajas de cerveza que se repartieron entre jugadores y cuerpo
técnico. Trascendió que habían invitado a algunas periodistas mujeres para que
los acompañaran en las celebraciones.
Tres
meses más tarde, el nombre de Reimond Manco, jugador que había sido castigado
en la Selección Peruana por salirse de la concentración por irse de antro en el
2010, de nuevo protagonizó un escándalo, aunque en esta ocasión no por un lío
con el representativo, sino con el Atlante, equipo al que prestaba sus
servicios en el futbol mexicano.
Manco
llegó tarde a un entrenamiento, argumentando que había sido secuestrado, pero
el timonel de Potros, Miguel Herrera, se percató de la mentira, al descubrirlo
en estado de ebriedad; se envió al jugador a someterse a un examen sanguíneo y
desde entonces éste ya no regresó al equipo.
Lo
más reciente ocurrió con el Tricolor hace apenas unas semanas, con una doble
ración que puso al país bajo los ojos del mundo deportivo. Primero fue al darse
a conocer los resultados de doping de la Selección Mexicana que jugaría en la
Copa Oro; Guillermo Ochoa, Francisco Rodríguez, Antonio Naelson Sinha, Edgar
Dueñas y Christian Bermúdez, fueron separados del combinado azteca al dar
positivo por clembuterol, asunto que sigue pendiente de resolución. Días más
tarde, ocho jugadores de la Selección Mexicana Sub-22 que representarían al
país en la Copa América, fueron suspendidos: Jonathan dos Santos, Israel
Jiménez, Néstor Vidrio, Marco Fabián de la Mora, Jorge Hernández, Javier
Cortés, David Cabrera y Néstor Calderón.
Este
acto se descubrió luego de que algunos elementos aztecas reportaran el robo de
algunas pertenencias dentro de sus habitaciones, en el hotel de concentración
en Ecuador; fue así, que el gerente del recinto en su defensa, dio a conocer
videos de su circuito cerrado, con los cuales acusaba a los futbolistas del Tri
de ingresar prostitutas a sus cuartos.
La
indisciplina fue aceptada por los jugadores y la FMF los sancionó
económicamente y dándolos de baja por seis meses, de tal manera que se pierden
la Copa América. A lo largo de la historia serían pocas las Selecciones que se
salvan de actos de indisciplina, pero definitivamente en los últimos tiempos
México y Perú han destacado públicamente, en una lamentable coincidencia de
escándalos en que jugadores han sido rebasados por aspectos extra cancha.
Fuente: El Universal
Julio/08/2011
www.libertadguerrero.net
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