CIUDAD DE MÉXICO.- El mexicano Fausto Armenta Sabino, hace seis años, cruzó ilegalmente a Estados Unidos en busca de un buen trabajo, cuando contaba con 14 años de edad.
Vivía en Nueva York, donde trabajaba de cocinero en un restaurante. Esta semana, entre el llanto de sus padres y demás seres queridos, regresó a su país en un ataúd. Con solo veinte años, fue golpeado brutalmente en un barrio de Nueva York, el pasado 30 de mayo. Al llegar al hospital Elmhurst los médicos diagnosticaron su muerte cerebral.
Diez días después, ya sin ninguna esperaza, sus padres autorizaron que se desconectara el respirador artificial que lo mantenía con vida.Varios de sus órganos fueron donados, entre ellos el corazón.
Hasta el momento, las autoridades de esa ciudad no han explicado el motivo por el cual fue golpeado con un objeto metálico en la cabeza y otras partes del cuerpo.
Su padre, Rodolfo, dijo a la prensa: mexicana: Queremos que hagan justicia, no importa si son inmigrantes, son personas, que encuentren al que quitó la vida de mi hijo y lo castiguen como es la ley.
A toda mi gente mexicana, a la familia, primos que se encuentran en Estados Unidos, les digo que se cuiden porque allá está peligroso, añadió.
El cadáver del joven fue llevado a su poblado natal, El Platanar, en la pobre localidad de Xalpatlahuac, en el estado de Guerrero.
Esta es la historia de la corta vida de Fausto Armenta. Él, al menos, sobrevivió al macabro paso fronterizo.
El triste regreso del hijo a México desde Estados Unidos en una caja de madera, a cada rato también lo sufren otras familias mexicanas.
Fuente: Prensa Latina
Junio/17/2011
www.libertadguerrero.net
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