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El Sospechoso caso del CIA
Jorge Valdez Reycen

El Centro Internacional Acapulco (CIA) es todo un caso donde la ambición predomina. El estatus legal del inmueble cambió a raíz de que el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo tomó una decisión torpe, al privatizarlo de manera unilateral, a sabiendas que el gobierno nunca ha sido propietario, sino usufructuario y administrador a través de un fideicomiso.
Bajo el argumento –a todas luces insostenible— de que representaba una carga presupuestal su mantenimiento, amén de que era “un elefante blanco”, Torreblanca optó por el Grupo CAABSA, que preside Víctor Aboumrad, quien ofertó invertir 40 millones de dólares. Esto se hizo a las prisas, faltando menos de tres meses de concluir la administración estatal. (Primera sospecha).
Un día antes de firmar el convenio de concesión con los representantes de CAABSA, Torreblanca había sido notificado por escrito la donación del Banco de México a la Secretaría de Marina Armada de México de los tres polígonos que comprenden la superficie de 153 mil metros cuadrados del inmueble. Por eso se precipitaron, a las carreras, en el gobierno estatal a deshacerse inmediatamente de la posesión del CIA, sin tomar en consideración las consecuencias jurídicas y legales.
La Semar es el dueño ahora, legalmente. ¿Y el gobierno estatal? Pues simplemente renunció a su papel de poseedor y usufructuario del inmueble.
El nuevo gobierno de Ángel Aguirre Rivero está en franca desventaja jurídica y legal de buscar rescatar el inmueble. Por las condiciones que impuso Torreblanca, todo parece cuadrar que logró arruinar premeditadamente una donación de Banxico a la Semar, al entregar a CAABSA una concesión a 20 años del inmueble. (Segunda sospecha).
El consorcio de inversionistas fueron frenados en seco, cuando el almirante secretario de Marina anunció la construcción de un Centro de Control y Comando para emergencias. Víctor Aboumrad y sus apoderados guardaron silencio. (Tercera sospecha).
El primero de junio pasado, el gobernador Aguirre Rivero reveló que la Semar puso condiciones para devolver el CIA al gobierno estatal: que construya dos cuarteles navales militares, con una inversión global de mil 400 millones de pesos. No hubo trato. Con ese dinero se pueden hacer otras obras más apremiantes y de contenido social.
La lucha por el rescate del CIA está perdida en cualquier tribunal. El responsable de haber engañado a Grupo CAABSA y hasta podría ser motivo de denuncia por fraude, al otorgar una concesión sin ser propietario del inmueble, es el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo. Su firma en el convenio lo imputa directamente.
A los guerrerenses, convidados de piedra al banquete, nunca se nos informó que el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens Carstens, bajo qué términos y justificaciones, tomó la decisión de donar el CIA a la Secretaría de Marina Armada de México. El desprecio a los acapulqueños quedó de manifiesto. ¿Acaso supo Carstens que el ex gobernador Torreblanca lo iba a privatizar y lo impidió, mediante esa donación sorpresiva a la Semar?. (Cuarta sospecha).
Víctor Aboumrad, dueño también de Eagle-CAABSA, comenzó operaciones en la recolección de basura en Acapulco, desde mayo pasado. La empresa Jar-State, filial de Grupo CAABSA, es la concesionaria para construir y desarrollar una Marina en el muelle de la playa Icacos, polémica obra que ha sido impedida con visos de violencia por los parianeros y propietarios de concesiones federales de playa. ¿Cuáles fueron las condiciones para que opere CAABSA? ¿Fueron acuerdos ocultos entre Zeferino y Aboumrad? (Quinta sospecha).

Junio/05/2011
www.libertadguerrero.net

Edición: Fracalo

Libertad Guerrero Noticias, periódico online editado desde el puerto de Acapulco, Guerrero, México, bajo la dirección del periodista Francisco Cárdenas López (Fracalo). Contacto: fracalo2001@yahoo.com.mx

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