Por Staff de Redacción
La tradición de revivir el último día de vida de Jesús de Nazaret que data de más de cuatro décadas, en Acapulco se cumplió fielmente este Viernes Santo en las colonias Loma Bonita, Santa Cruz y Kilómetro 30, en cuyas calles se emuló el camino al Gólgota para recordar el momento cumbre de la Pasión de Cristo... La Crucifixión.
En Loma Bonita se cumplieron 25 años de la emotiva representación; en Santa Cruz se realizó la número 38 y en el Kilómetro 30 la más antigua, que cumplió 44 años. Las tres escenificaciones y la procesión de la Catedral reunieron a miles de católicos porteños que siguieron al Mesías en su trayecto al "Monte Calvario" en estos rincones del puerto.
PRIMERA CAÍDA
En la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, el diácono Margarito Cuevas realizó un recorrido por las quince estaciones, al cual asistieron cientos de feligreses para acompañar a Jesús durante su largo caminar.
El Vía Crucis es recordar el camino o momentos vividos que recorrió Jesucristo desde que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura, es como si se reviviera el calvario que sufrió Jesús por su pueblo.
"Jesús es condenado a muerte" es la primera estación en donde Pilatos mandó a traer a Jesús para preguntar a los judíos si tenía que ser crucificado o no.
La segunda estación corresponde a "Jesús con la Cruz a cuestas", en esta estación los judíos tomaron a Jesús y cargándole la cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario.
En la tercera estación, Jesús cae por primera vez, en esta estación el diácono leyó una cita bíblica de Isaías: "He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban y mis mejillas a los que me arrancaban la barba, no aparté la cara ni de los ultrajes ni de las salivas que me echaban".
Luego de ello, todos los feligreses guardaron silencio e iniciaron a rezar, quienes decían después de cada estación "Señor pequé, ten misericordia de mí, pecamos y nos pesa; ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste".
EL ENCUENTRO
Luego de recorrer las 15 estaciones, los feligreses se dividen, unos se fueron detrás de Jesús, quien iba cargando su cruz, y otros se fueron detrás de la Virgen Dolorosa; posteriormente ambos grupos se fueron por el lado lateral del zócalo porteño en procesión como símbolo de ayuda a Jesús durante su sufrimiento.
Los feligreses entonaban cantos religiosos durante el recorrido, la Virgen Dolorosa era cargada por 15 mujeres en el caminar para el encuentro con su hijo, mientras que Jesús fue llevado por 10 hombres.
En la entrada principal de la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad se encontró finalmente Jesús con su madre María antes de que fuera crucificado.
El sacerdote Javier Ramírez Pérez finalizó diciendo: "No estamos solos, estoy seguro que en el sufrimiento de Jesús y María estaba presente el Padre fortaleciéndolos, ayudándolos a salir adelante y nosotros debemos seguir su ejemplo, como el Padre, Jesús y María nos los demostró".
SEGUNDA CAÍDA
"Viva el Mesías", gritó una mujer al ver a Cristo desvanecerse durante la Segunda Caída en la representación de la Pasión de Cristo en Santa Cruz.
Rostros de angustia y cansancio por el calor de mediodía fue el semblante del Vía Crucis que lleva 37 años de realizarse en la colonia y en el que participan más de 75 personas.
"Eran nuestros sufrimientos los que llevaba, nuestros dolores los que le pesaban... Ha sido traspasado por nuestros pecados, deshecho por nuestras iniquidades", dijo la representación de un apóstol anunciando la séptima estación.
El recorrido inició a las 12:00 horas partiendo de la parroquia de Santa Cruz, bajando por la avenida del mismo nombre hasta llegar a Constituyentes y posteriormente tomar avenida Palma Sola, donde al término de ésta se llevó a cabo la Crucifixión.
Durante esta parte del Vía Crucis, tres personajes de la obra sufrieron problemas médicos, dos apóstoles y una santa, ésta última y uno de los apóstoles tuvieron que dejar la obra para ser atendidos.
"Esta obra se empezó a realizar en 1973 y poco a poco se ha hecho más intensa, mi padre, Refugio Pineda Gallegos, fue el iniciador, murió hace tres años y tomé la responsabilidad, apoyado de 10 coordinadores. En el Vía Crucis participamos 75 personas y las personas que participan en la obra se preparan espiritualmente, el 80 por ciento pertenecen a grupos de la Iglesia", explicó Tenorio Reyes Pineda, director de la obra de la Pasión de Cristo en Santa Cruz.
Informó que la obra se comienza a ensayar desde enero, y que las personas que quieren representar a Jesús o María en el próximo Vía Crucis se estudian durante un año, cómo es su comportamiento, modo de vida, entre otros aspectos.
DOBLE VÍA CRUCIS
Mientras que la obra de la Pasión de Cristo por parte de la colonia se realizaba, metros atrás la parroquia de Santa Cruz llevaba a cabo su propio Vía Crucis, cargando una imagen de Jesús con la cruz a cuestas y dividiendo la gente en dos bloques.
El Vía Crucis de la parroquia era dirigido por el párroco Mario Palma García y era armonizado por música.
TERCERA CAÍDA
La flagelación fue uno de los pasajes más emotivos que conmovió los corazones de al menos 10 mil feligreses que se reunieron en el corral de toros del Kilómetro 30 para presenciar la escenificación de la Pasión y Muerte de Jesucristo.
Los azotes a Jesús fueron ordenados por Poncio Pilatos, quien aun cuando se rehusaba a sentenciar al Mesías con la pena de muerte fue presionado por los sacerdotes y la gente para condenarlo, por lo cual primeramente ordenó azotarlo.
Al concluir los azotes siendo la Pascua, Pilatos hizo traer al ladrón y asesino Barrabás, quien junto con Jesús fueron puestos a decisión del pueblo sobre quién habría de ser liberado, siendo elegido Barrabas y quedando sentenciado el Mesías a la pena de muerte.
Recibió burlas y una corona de espinas.
Jesús cargó su cruz y se enfiló con dirección al Monte Calvario, el cual estaba escenificado en un terreno ubicado en la colonia Liconsa, junto al río de dicho poblado.
Durante la Tercera Caída Jesús fue auxiliado por Simón Cirineo, a quien los soldados obligaron a llevar la cruz, lo cual ayudó en gran manera al actor debido a que en la primer caída se había lesionado dos dedos de la mano al caerle la cruz de madera.
Los escenarios tanto como el recorrido que realizó el Mesías rumbo al calvario fueron distintos a los 43 años anteriores en que se habían realizado, por ello hoy en su representación número 44 el recorrido fue del corral de toros hacia la carretera federal, transitando por las principales calles del poblado para de ahí continuar hasta el punto de su crucifixión.
El encuentro de Jesús con la Virgen María representó el dolor de una madre al ver a su hijo en agonía.
Antes de llegar al Monte Calvario, Judas Iscariote se ahorcó en un árbol ante la presencia del Mesías, quien sin decir palabra alguna continuó su camino rumbo a la crucifixión.
LA CRUCIFIXIÓN
En el punto conocido como "La Eréndira", de la colonia Loma Bonita, se llevó a cabo la vigésima cuarta representación de la crucifixión y muerte de Jesucristo, hasta donde acudieron más de 2 mil personas a presenciar la escenificación del doloroso acto.
Marco Antonio Lozano Martínez, quien interpretó a Jesús, caminó un kilómetro cargando una cruz de 120 kilos.
Antes de que el Mesías fuera clavado en la cruz, los soldados romanos se rifaron sus vestimentas y en tono de burla decían que se quedarían con las ropas del Rey de los Judíos.
Jesús fue acostado en la cruz, en donde fue clavado de pies y manos y ante la vista de todos los presentes fue subido a lo alto. No faltó la burla de quienes no creyeron en él, que decían: "Si en verdad eres el hijo de Dios bájate de la cruz".
A los costados de Jesús se encontraban los ladrones Dimas y Gestas, interpretados por Sergio Domínguez Calixto y José Luis Jiménez Escobar.
El primero le exigió a Jesús que se salvara él mismo y también a ellos, mientras que el segundo sólo le pidió que se acordara de él cuando estuviera en el cielo.
Después de ese momento y ante la vista de las más de 2 mil personas Jesús murió en la cruz, por lo que de "La Eréndira" se apoderó el silencio, el cual fue roto por el canto "Perdona a tu pueblo, perdónale Señor", que era interpretado por la gran mayoría de los presentes.
La Virgen María, quien se encontraba a los pies de su hijo muerto, fue quien recibió los restos de Jesús, por lo que con esa escena culminó la representación que el club Tiburones lleva a cabo desde hace 24 años de la Pasión de Cristo en Loma Bonita.
EL SANTO ENTIERRO
Tras la celebración de la crucifixión en varios puntos de Acapulco, el Viernes Santo concluyó también con una misa en la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad denominada Rosario del Pésame y más tarde se efectuó la veneración de Jesús en el Misterio de su Santo Entierro.
Nuevamente cientos de feligreses, tanto locales como vacacionistas, acudieron a la iglesia para participar en la celebración del programa de la Semana Santa.
La misa fue oficiada por el arzobispo Carlos Garfias, quien en punto de las 21:00 horas recibió la procesión del Santo Entierro, mismo que fue llevado por católicos a un recorrido por varias colonias y barrios del puerto.
Desde esa hora y hasta el cierre de la catedral (12:00 de la noche) el Santo Entierro estuvo expuesto al público para que fuera adorado y venerado, al igual que la Santa Cruz y la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad.
En la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, el diácono Margarito Cuevas realizó un recorrido por las quince estaciones, al cual asistieron cientos de feligreses para acompañar a Jesús durante su largo caminar.
El Vía Crucis es recordar el camino o momentos vividos que recorrió Jesucristo desde que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura, es como si se reviviera el calvario que sufrió Jesús por su pueblo.
"Jesús es condenado a muerte" es la primera estación en donde Pilatos mandó a traer a Jesús para preguntar a los judíos si tenía que ser crucificado o no.
La segunda estación corresponde a "Jesús con la Cruz a cuestas", en esta estación los judíos tomaron a Jesús y cargándole la cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario.
En la tercera estación, Jesús cae por primera vez, en esta estación el diácono leyó una cita bíblica de Isaías: "He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban y mis mejillas a los que me arrancaban la barba, no aparté la cara ni de los ultrajes ni de las salivas que me echaban".
Luego de ello, todos los feligreses guardaron silencio e iniciaron a rezar, quienes decían después de cada estación "Señor pequé, ten misericordia de mí, pecamos y nos pesa; ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste".
EL ENCUENTRO
Luego de recorrer las 15 estaciones, los feligreses se dividen, unos se fueron detrás de Jesús, quien iba cargando su cruz, y otros se fueron detrás de la Virgen Dolorosa; posteriormente ambos grupos se fueron por el lado lateral del zócalo porteño en procesión como símbolo de ayuda a Jesús durante su sufrimiento.
Los feligreses entonaban cantos religiosos durante el recorrido, la Virgen Dolorosa era cargada por 15 mujeres en el caminar para el encuentro con su hijo, mientras que Jesús fue llevado por 10 hombres.
En la entrada principal de la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad se encontró finalmente Jesús con su madre María antes de que fuera crucificado.
El sacerdote Javier Ramírez Pérez finalizó diciendo: "No estamos solos, estoy seguro que en el sufrimiento de Jesús y María estaba presente el Padre fortaleciéndolos, ayudándolos a salir adelante y nosotros debemos seguir su ejemplo, como el Padre, Jesús y María nos los demostró".
SEGUNDA CAÍDA
"Viva el Mesías", gritó una mujer al ver a Cristo desvanecerse durante la Segunda Caída en la representación de la Pasión de Cristo en Santa Cruz.
Rostros de angustia y cansancio por el calor de mediodía fue el semblante del Vía Crucis que lleva 37 años de realizarse en la colonia y en el que participan más de 75 personas.
"Eran nuestros sufrimientos los que llevaba, nuestros dolores los que le pesaban... Ha sido traspasado por nuestros pecados, deshecho por nuestras iniquidades", dijo la representación de un apóstol anunciando la séptima estación.
El recorrido inició a las 12:00 horas partiendo de la parroquia de Santa Cruz, bajando por la avenida del mismo nombre hasta llegar a Constituyentes y posteriormente tomar avenida Palma Sola, donde al término de ésta se llevó a cabo la Crucifixión.
Durante esta parte del Vía Crucis, tres personajes de la obra sufrieron problemas médicos, dos apóstoles y una santa, ésta última y uno de los apóstoles tuvieron que dejar la obra para ser atendidos.
"Esta obra se empezó a realizar en 1973 y poco a poco se ha hecho más intensa, mi padre, Refugio Pineda Gallegos, fue el iniciador, murió hace tres años y tomé la responsabilidad, apoyado de 10 coordinadores. En el Vía Crucis participamos 75 personas y las personas que participan en la obra se preparan espiritualmente, el 80 por ciento pertenecen a grupos de la Iglesia", explicó Tenorio Reyes Pineda, director de la obra de la Pasión de Cristo en Santa Cruz.
Informó que la obra se comienza a ensayar desde enero, y que las personas que quieren representar a Jesús o María en el próximo Vía Crucis se estudian durante un año, cómo es su comportamiento, modo de vida, entre otros aspectos.
DOBLE VÍA CRUCIS
Mientras que la obra de la Pasión de Cristo por parte de la colonia se realizaba, metros atrás la parroquia de Santa Cruz llevaba a cabo su propio Vía Crucis, cargando una imagen de Jesús con la cruz a cuestas y dividiendo la gente en dos bloques.
El Vía Crucis de la parroquia era dirigido por el párroco Mario Palma García y era armonizado por música.
TERCERA CAÍDA
La flagelación fue uno de los pasajes más emotivos que conmovió los corazones de al menos 10 mil feligreses que se reunieron en el corral de toros del Kilómetro 30 para presenciar la escenificación de la Pasión y Muerte de Jesucristo.
Los azotes a Jesús fueron ordenados por Poncio Pilatos, quien aun cuando se rehusaba a sentenciar al Mesías con la pena de muerte fue presionado por los sacerdotes y la gente para condenarlo, por lo cual primeramente ordenó azotarlo.
Al concluir los azotes siendo la Pascua, Pilatos hizo traer al ladrón y asesino Barrabás, quien junto con Jesús fueron puestos a decisión del pueblo sobre quién habría de ser liberado, siendo elegido Barrabas y quedando sentenciado el Mesías a la pena de muerte.
Recibió burlas y una corona de espinas.
Jesús cargó su cruz y se enfiló con dirección al Monte Calvario, el cual estaba escenificado en un terreno ubicado en la colonia Liconsa, junto al río de dicho poblado.
Durante la Tercera Caída Jesús fue auxiliado por Simón Cirineo, a quien los soldados obligaron a llevar la cruz, lo cual ayudó en gran manera al actor debido a que en la primer caída se había lesionado dos dedos de la mano al caerle la cruz de madera.
Los escenarios tanto como el recorrido que realizó el Mesías rumbo al calvario fueron distintos a los 43 años anteriores en que se habían realizado, por ello hoy en su representación número 44 el recorrido fue del corral de toros hacia la carretera federal, transitando por las principales calles del poblado para de ahí continuar hasta el punto de su crucifixión.
El encuentro de Jesús con la Virgen María representó el dolor de una madre al ver a su hijo en agonía.
Antes de llegar al Monte Calvario, Judas Iscariote se ahorcó en un árbol ante la presencia del Mesías, quien sin decir palabra alguna continuó su camino rumbo a la crucifixión.
LA CRUCIFIXIÓN
En el punto conocido como "La Eréndira", de la colonia Loma Bonita, se llevó a cabo la vigésima cuarta representación de la crucifixión y muerte de Jesucristo, hasta donde acudieron más de 2 mil personas a presenciar la escenificación del doloroso acto.
Marco Antonio Lozano Martínez, quien interpretó a Jesús, caminó un kilómetro cargando una cruz de 120 kilos.
Antes de que el Mesías fuera clavado en la cruz, los soldados romanos se rifaron sus vestimentas y en tono de burla decían que se quedarían con las ropas del Rey de los Judíos.
Jesús fue acostado en la cruz, en donde fue clavado de pies y manos y ante la vista de todos los presentes fue subido a lo alto. No faltó la burla de quienes no creyeron en él, que decían: "Si en verdad eres el hijo de Dios bájate de la cruz".
A los costados de Jesús se encontraban los ladrones Dimas y Gestas, interpretados por Sergio Domínguez Calixto y José Luis Jiménez Escobar.
El primero le exigió a Jesús que se salvara él mismo y también a ellos, mientras que el segundo sólo le pidió que se acordara de él cuando estuviera en el cielo.
Después de ese momento y ante la vista de las más de 2 mil personas Jesús murió en la cruz, por lo que de "La Eréndira" se apoderó el silencio, el cual fue roto por el canto "Perdona a tu pueblo, perdónale Señor", que era interpretado por la gran mayoría de los presentes.
La Virgen María, quien se encontraba a los pies de su hijo muerto, fue quien recibió los restos de Jesús, por lo que con esa escena culminó la representación que el club Tiburones lleva a cabo desde hace 24 años de la Pasión de Cristo en Loma Bonita.
EL SANTO ENTIERRO
Tras la celebración de la crucifixión en varios puntos de Acapulco, el Viernes Santo concluyó también con una misa en la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad denominada Rosario del Pésame y más tarde se efectuó la veneración de Jesús en el Misterio de su Santo Entierro.
Nuevamente cientos de feligreses, tanto locales como vacacionistas, acudieron a la iglesia para participar en la celebración del programa de la Semana Santa.
La misa fue oficiada por el arzobispo Carlos Garfias, quien en punto de las 21:00 horas recibió la procesión del Santo Entierro, mismo que fue llevado por católicos a un recorrido por varias colonias y barrios del puerto.
Desde esa hora y hasta el cierre de la catedral (12:00 de la noche) el Santo Entierro estuvo expuesto al público para que fuera adorado y venerado, al igual que la Santa Cruz y la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad.
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