Por Staff de Redacción
¿A quién no le ha pasado? En una junta, una clase, en una celebración religiosa, simplemente llega un momento en que el cansancio o el aburrimiento hace de las suyas y empieza una batalla interna por no sucumbir y caer en los brazos de Morfeo.
Pero esa situación no podría ser peor, a menos que uno esté detrás del Presidente de México, en cadena nacional y en medio de un anuncio histórico en materia fiscal.
Sucedió apenas al inicio de esta semana, en la firma del decreto por parte del presidente Felipe Calderón a propósito de la deducibilidad en el pago de las colegiaturas.
Durante los casi 10 minutos que duró el discurso por parte del Primer Mandatario, puede apreciarse a un niño justo detrás de él que lucha por no quedarse de dormido.
Su labor es prácticamente heroica, pues después de esfuerzos extraordinarios logra mantenerse de pie hasta el final del evento, no sin antes haber soltado uno que otro 'discreto bostezo' e incluso desaparecer por un mínimo instante del cuadro de la cámara.
Esperemos que no haya algún tipo de represalia hacia el menor; después de todo, es algo que hemos visto centenares de veces en la Cámara de Diputados, quienes no se conforman sólo con cabeceos, sino con dormir a pierna suelta en medio de una sesión.
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